Probamos el nuevo Yamaha TMAX: mejores prestaciones y los cambios justos para seguir gobernando a los scooter
Desde Iwata venden al Yamaha TMAX como el equivalente a una moto pero sin marcas, pero no lo es. Seamos claros: el Yamaha TMAX es un scooter, pero sencillamente desde que nació en 2001 y hasta día de hoy el rey de los scooter ofreciendo más de todo y utilizando equipamiento casi de moto.
Para este 2020 y aprovechando la llegada de la Euro5, el Yamaha TMAX 560 se ha renovado para conseguir rebajar sus emisiones, mejorar sus cifras de potencia y consumo y, de paso, darse un lavado de cara con una nueva estética aún más acertada pero igual de reconocible.
Yamaha TMAX 560: la evolución del rey
El Yamaha TMAX es uno de esos scooter que definen una categoría. Puede que un transeúnte cualquiera no entienda del mundo del motor pero si le preguntas por un coche compacto deportivo probablemente te diga "Volkswagen Golf GTI". Lo mismo pasa con el TMAX, que ha trascendido los límites de su nicho de maxiscooter deportivo para convertirse en un icono.
Yamaha considera a esta de 2020 la séptima generación del TMAX y, aunque en realidad son menos, demuestra la evolución constante a la que hay que someter a una referencia en el mercado. Y es que este scooter es uno de los pilares fundamentales en la gama de Iwata, un éxito de ventas pese a ser un producto de precio elevado. Es pura imagen de marca.
Para hacerse una idea de la magnitud de su éxito vamos con unas cifras. Desde que comenzó a venderse el TMAX hace 18 años se han vendido 330.000 unidades en 87 países de todo el mundo, de los que 276.000 se han adjudicado en Europa, lo que supone un 84%. Dentro del mercado europeo España juega un papel fundamental, pues acapara uno 20% de sus ventas.
A rebufo del TMAX llegó el resto de la familia MAX de manera progresiva e inspirándose en el maxiscooter, una familia que ha vendido en total más de 2 millones de unidades en todo el mundo con 415.000 XMAX y 1,3 millones de NMAX.
Precisamente esta imagen de marca, esta imagen de similitud es fundamental para los clientes de Yamaha, ya que según datos de la propia compañía la tasa de repetición es cada vez más elevada: quien jubila un TMAX, en aproximadamente la mitad de los casos vuelve a comprarse un TMAX pero más moderno. De ahí la explicación del nuevo TMAX 560 y su estética renovada.
Por otro lado los clientes en su mayoría han optado por las variantes más equipadas, por lo que de las tres versiones del TMAX de 2017 (TMAX, TMAX SX y TMAX DX), se ha suprimido una de ellas. El TMAX de acceso ahora está más equipado que antes y la variante más equipada se ha sustituido por la denominación Tech Max.
El acabado de acceso del TMAX incluye arranque sin llave, dos niveles de control de tracción, dos modos de conducción como equipamiento destacable. Sobre esto el Tech Max añade pantalla con regulación eléctrica, asiento y puños calefactables, control de velocidad de crucero, tapizado interior para el hueco, guantera con cerradura, suspensión trasera regulable, logos de aluminio y conectividad a través de la app MyTMAX.
Cambios cosméticos muy acertados
Por fuera el nuevo Yamaha TMAX es un scooter igual de grande que el anterior, pero que replantea algunos de sus elementos. Las formas de boomerang en la parte del chasis se mantienen como símbolo identitario de este scooter (ahora en negro), pero hay cambios estéticos tanto en la parte delantera más agradable y moderna como en la zaga.
Precisamente en la parte trasera es donde encontramos una mayor evolución. El colín es más afilado y ahora integra un nuevo grupo óptico que sustituye al faro dividido anterior por un conjunto LED en forma de T donde la parte horizontal es la luz de posición y la vertical actúa como luz de freno.
El asiento también es nuevo, pero es más importante lo que hay debajo. La parte central se ha estrechado para permitirnos llegar mejor al suelo. Sí, ahora es más accesible pero sigue siendo ancho. Con nuestro 170 cm de estatura llegamos con la punta de los dos pies al suelo si nos sentamos en la parte delantera del asiento. La altura del asiento es de 800 mm, no especialmente baja.
Una parte delantera que por cierto sigue siendo una gran pieza de plástico donde se integran los botones de apertura del asiento y del depósito. Ya no son esos botones de plástico brillante de aspecto barato, pero nos sigue pareciendo un lugar extraño e incómodo para ubicarlos.
A los mandos del Yamaha TMAX 560 nos sentimos subidos a bordo del mismo scooter grande con una dosis ingente de espacio longitudinal para los pies gracias a unas grandes plataformas. En el asiento nos pasa igual y si llevamos el trasero hasta el pequeño tope lumbar estaremos incluso más lejos de lo necesario para ir sentados en una posición natural. Algo que agradecerán los pilotos más altos.
Por delante tenemos un manillar que nos resulta muy familiar, con unas piñas de mandos que destacan por su calidad y tacto, una pantalla con unas dimensiones considerables y regulación eléctrica (en la versión Tech Max) y una posición natural. El cuadro de mandos es el mismo conjunto de doble esfera con pantalla digital monocromática al centro.
Muchas similitudes, pero aún más TMAX
Arrancamos el motor a golpe de botón y el Yamaha TMAX 560 cobra vida inmerso en ese ronroneo característico del maxiscooter japonés. En esta ocasión el sonido parece un poco más aplacado pero se mantiene igual de reconocible. Cosas de la Euro5 y la nueva línea de escape.
Empezamos a recorrer la ciudad sobre un asfalto bastante húmedo y sucio por culpa de la climatología otoñal y es fácil percibir algunos de sus cambios para 2020. El TMAX sigue haciendo gala de dos modos de conducción (S y T). En el T la entrega de potencia es más progresiva, el control de tracción más restrictivo y el ABS actúa de manera precavida, perfecto para cuando rodamos en condiciones lejos de ser óptimas.
Hay que hilar muy fino para detectar los cambios en esta nueva generación, pero sí es cierto que la entrega de potencia se realiza de una manera más limpia a efectos prácticos. La aspereza que podíamos encontrar antes en algunas transiciones ha sido limada y es un scooter que da gusto conducir entre el tráfico urbano, salvo por sus limitaciones físicas. Sigue siendo grande, con 2,2 metros de largo con 1,57 metros entre ejes.
Por suerte rápidamente el terreno se va despejando, dejamos las marcas viales y los adoquines atrás y seleccionamos el modo S aprovechando que llegamos a una carretera de curvas. Aquí es donde el TMAX nos empieza a regalar su mejor cara, y es que si bien es un scooter como decíamos al principio, no es un scooter cualquiera.
El nuevo motor de dos cilindros con un falso pistón opuesto de equilibrado ha sido completamente rediseñado para 2020, aunque manteniendo su particular posición fija: no oscila con el basculante como en el resto de scooter del mercado. Se ha incrementado la cilindrada de 530 a 562 cc ampliando el diámetro de 62 a 70 mm, pero sus cambios llegan mucho más lejos.
Las válvulas de admisión pasan de 26 a 27 mm, los pistones son una nueva pareja de aluminio forjado con bielas de nueva factura y un cigüeñal aligerado. Todo esto se complementa con unas culatas replanteadas y el resultado es un carácter refinado, una entrega más viva y una potencia que ahora alcanza 46,5 CV y 55,7 Nm de par motor, al tiempo que la refrigeración también se ha optimizado.
Y sí, a efectos prácticos nos encontramos con una patada más consistente a cualquier régimen. Abrimos a fondo el puño derecho y el motor sube de vueltas con alegría, pero no todo es culpa del motor, porque la transmisión también es nueva. El ratio de transmisión se ha reducido y el acople del embrague se hace a 4.000 rpm, 300 rpm antes que el modelo anterior.
En definitiva estamos ante un scooter con una pegada envidiable, desconocida para cualquier otro modelo del mercado y que además la entrega de una manera aterciopelada, tanto que en ocasiones parece que no corre, pero vaya si lo hace. Y no sólo acelera, sino que el TMAX es muy buen recuperador.
En autopista es capaz de rodar a alta velocidad sin despeinarse, con una estabilidad envidiable y con reserva de potencia más que suficiente para acometer adelantamientos a demanda, perfectamente protegidos tras su pantalla en la posición más alta. Lo mismo pasa entre curvas de una carretera retorcida, pero con la salvedad de que el peso y las dimensiones pasan factura.
Con 218 kg en orden de marcha y un centro de gravedad bajo, el Yamaha TMAX no es el vehículo de dos ruedas más ágil, pero a cambio su precisión es más que suficiente. En lo referente a la parte ciclo no hay apenas cambios con la versión anterior, que ya destacaba en este aspecto.
Al chasis de aluminio se ancla una robusta horquilla invertida y un amortiguador trasero que reciben nuevos tarados. Su comportamiento es equilibrado, con un confort de marca aceptable para el día a día y una capacidad de contención fantástica a medida que se acelera el paso. Quizá el tacto es un 60% deportivo y un 40% confortable.
Por su parte el equipo de frenos sí que se mantiene intacto con un doble disco delantero de 267 mm mordido por pinzas de anclaje radial y un disco trasero de 282 mm. Nos gustó más el tacto del freno trasero, porque el delantero si bien es muy progresivo, peca de poco mordiente inicial.
No es sólo un scooter, es un TMAX
Un detalle que nos llamó mucho la atención fue la elasticidad atípica de los soportes del manillar. No recordamos si en el anterior modelo había esta misma flexibilidad, pero en cualquier caso se nota que se han puesto unos buenos silent-blocks para aislar las vibraciones generadas por el motor.
En lo referente a la practicidad, pocos cambios por no decir que ninguno. La capacidad de carga sigue siendo amplia, con una gran guantera en el lado derecho del escudo con un punto de corriente y un gran hueco bajo el asiento que da mucho juego pero en el que no entran dos cascos.
Ya sabemos que a estas alturas del texto te estarás impacientando por saber la respuesta a la gran pregunta: ¿cuánto vale ahora el Yamaha TMAX? Pues la respuesta es clara: se sitúa 200 euros por encima en cada versión a igualdad de equipamiento, con un precio de tarifa de 12.499 y 14.399 euros respectivamente.
Los precios del nuevo Yamaha TMAX 560 y su versión Tech Max, no son asequibles. Ahora bien, como producto si el TMAX ya era bueno antes, ahora es aún mejor y vuelve a situarse en lo alto de la evolución de los scooter. Porque quien quiere un TMAX, no quiere un scooter.
Yamaha TMAX 560 2020 - Valoración
7.3
A favor
- Motor aún más intenso
- Estéticamente más acertada
- Equipamiento muy completo
- Calidad de acabados
En contra
- Precio elevado
- Arco de las piernas ancho
- Freno delantero demasiado progresivo
- No hay espacio para dos integrales
Yamaha TMAX 560 2020 - Ficha técnica
Motor | ||
---|---|---|
Tipo de motor | Dos cilindros en paralelo inclinados hacia delante, refrigerado por líquido, 4 tiempos, DOHC, 4 válvulas | |
Cilindrada | 562 cc | |
Diámetro x carrera | 70 mm x 73 mm | |
Relación de compresión | 10,9:1 | |
Potencia máxima | 46,5 CV a 7.500 rpm | |
Par máximo | 55,7 Nm a 5.250 rpm | |
Sistema de lubricación | Cárter seco | |
Sistema de combustible | Inyección de combustible | |
Sistema de encendido | TCI | |
Sistema de arranque | Eléctrico | |
Sistema de transmisión | Correa trapezoidal automática | |
Chasis | ||
Sistema de suspensión delantera | Horquillas telescópicas | |
Recorrido delantero | 120 mm | |
Sistema de suspensión trasera | Brazo oscilante | |
Recorrido trasero | 117 mm | |
Freno delantero | Doble disco hidráulico, Ø 267 mm | |
Freno trasero | Disco hidráulico único, Ø 282 mm | |
Neumático delantero | 120/70-15 | |
Neumático trasero | 160/60-15 | |
Dimensiones | ||
Longitud total | 2.200 mm | |
Anchura | 765 mm | |
Altura | 1.420 mm | |
Altura del asiento | 800 mm | |
Distancia entre ejes | 1.575 mm | |
Peso en orden de marcha | 218 kg | |
Depósito | 15 litros | |
Precio | 12.499 - 14.399 EUROS |
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