Los que habitualmente cambiamos mucho de vehículo acabamos con un cierto sexto sentido del tamaño. Algo que vas aprendiendo con el tiempo te dice si pasas por ese hueco que tienes delante o no. Y si dudas, lo mejor suele ser no intentarlo. Toda una pena que la conductora del coche que vais a ver a continuación no aplique estos conceptos y decida probar si su coche pasa por una estrecha callejuela con motos aparcadas a ambos lados.
El resultado es el que todos esperamos. Aunque creo que de todas las motos que se ven en la imagen se deja sin tocar una o dos. Las demás se puede apreciar bien cómo las toca, empuja, arrastra y en el caso de la última la aplasta literalmente entre la pared y el lateral de su coche. Suerte tiene el chapista que le repare el coche, porque con alguien así seguro que trabajo no le va a faltar.