Los derbis de demolición son muy yanquis, americanos. Son carreras de automovilismo cuya esencial principal es destruir vehículos, literalmente. Son muy típicos en Estados Unidos, y parece evidente pensar en que hablamos de coches. Excepto hoy.
Derbis de demolición de moto. Existen, se hacen, y los vídeos que salen de ellos son auténticas joyas. Como cabras mochándose cornamenta contra cornamenta, pero encima de una moto y sobre el barro de un circuito rural. Es puro espectáculo.
Un Fortnite, en versión motera
No parece demasiado seguro hablar de derbis de demolición de motos en los que el objetivo es destruir la moto. Hay que tener en cuenta la ligera y obvia diferencia de que, en un coche, tienes protección. En una moto tú eres toda la protección posible.
Esta gente se juega el pellejo encima de una moto dándose de tortas moto contra moto. Como si fuesen los coches de choque, pero en versión dos ruedas y con la simple protección de un casco. No vaya a ser que tengan un accidente.
Parecen cosa del pasado porque en la actualidad no hay registros ni vídeos sobre este peligroso ¿deporte? O disciplina. Sin embargo, los vídeos que hay son suficientes para hacernos la idea de cómo funcionan y cuál es su metodología.
Tampoco hay muchas reglas: el más fuerte gana, como en la selva. Los pilotos van ataviados con un casco, y en el mejor de los casos, unos guantes en las manos. Las motos se encierran en un círculo de barro y arena y el último que quede en pie gana. Como el Fortnite, pero en versión motera.
Los motoristas se embisten sin escrúpulos; hasta se enfadan entre ellos y arremeten los unos contra los otros con puñetazos. La batalla más allá de las motos y llega hasta los puños.
Hay otras modalidades. Quienes prefieren jugar más estratégicamente y en vez de arremter directamente, juegan al pilla-pilla. El primero que caiga, eliminado. Quizá sea una manera un tanto más conservadora de participar en esta disciplina en la que tampoco faltan atropellos y golpes por ver quién gana.