Intentar superar retos cada vez más complicados es una tarea que hemos perfeccionado los humanos desde el principio de los tiempos. Nos pasó con la invención de la rueda, con las ganas de volar y parece que a Mattia Cavalli le ha pasado con su moto de cross.
Y es que el joven piloto italiano de freestyle se ha propuesto realizar un salto digno del mismísimo Evel Knievel. En la ecuación entra, su pericia, una rampa de salto de más de 6 metros de altura y un aeroplano. ¿Qué podría salir mal?
El salto se tuvo que aplazar tres veces debido al tiempo
Realizar saltos mortales con una moto es algo con lo que nos hemos entretenido millones de veces los amantes de las dos ruedas. Uno de los precursores de este tipo de eventos fue Evel Knievel.
El piloto norteamericano no dudaba en coger su Triumph Bonneville T120 de 650 cc para saltar por encima de cualquier cosa, ya fuese una la fila de autobuses o la fuente más famosa del Cesar’s Place de Las Vegas. Todo con tal de dar un buen espectáculo y subirse la adrenalina.
No obstante uno de los trucos que nunca llegó a realizar fue el de saltar por encima de un avión en marcha. Algo que Mattia Cavalli se ha empeñado en realizar. El piloto de freestyle de 34 años nos cuenta en este vídeo producido por 24MX que realizar un salto de esta magnitud no es nada fácil. Que los casi nueve minutos de duración que tiene se han llevado por delante horas y horas de ensayos para que todo salga bien.
En el vídeo también nos relata sus impresiones, abriéndose acerca de lo que piensa antes de saltar y sobre todo, de lo que sienten sus padres cuando le ven hacer este tipo de maniobras. Como es natural, la pasión que siente practicando el freestyle no se va a desvanecer y los saltos los seguirá realizando pero agradece de corazón que sus padres puedan soportarlo.
Pero dejando de lado sus impresiones y observando el vídeo podemos decir que el salto fue todo un éxito. Un éxito que comparte con el piloto de la aeronave, Alberto Cossi. Y es que pese a los nervios iniciales, el freestyler encara la rampa de 6 metros de altura con total convicción para pasar por encima del avión sin ningún tipo de problemas y aterrizando en el suelo como si lo que acabase de realizar fuese fácil.
El reto se llevó a cabo en un aeródromo de Udine en Italia, llamado Fly & Joy. Y como su propio nombre indica estamos seguros de que voló y disfrutó como un enano. Y eso que el evento tuvo que cancelarse hasta en tres ocasiones diferentes por culpa de la meteorología. Estamos seguros que después de cumplir con este desafío el piloto italiano ya está pensando en el siguiente. ¿Con qué nos sorprenderá esta vez? el tiempo nos dirá.