Conseguir hacer un anuncio de seguridad vial que cale entre la gente sin pasarse demasiado no es precisamente una tarea fácil. En nuestro país hemos tenido algunos ejemplos, pero sin duda uno de los mejores que he visto en los últimos años es este que se está emitiendo actualmente en Australia.
En el se mezclan imágenes reales de MotoGP con elementos cotidianos que nos encontramos a los lados de la carretera día a día. Autobuses, cabinas de teléfonos, árboles y todo tipo de obstáculos contra los que nuestros pilotos se van directos tras cada caída.
No se a vosotros, pero os aseguro que yo he llegado a cerrar los ojos en alguna de las imágenes, y eso que ni siquiera llegamos a ver el resultado final del impacto, afortunadamente.
Michael Doohan, sin duda uno de los pilotos más fácilmente reconocibles por muchos de los moteros, es quien concluye la campaña diciendo que la carretera no es el lugar para correr.
Ya pueden ir tomando nota los creativos publicitarios, ya que no pienso que el coste de hacer este anuncio haya sido muy alto y seguro que su grado de calado en la sociedad si que lo es.
Gracias Jone Bartor por la pista.