En Triumph están viviendo unos días de pura emoción y nerviosismo. Una mezcla de emociones que se puede percibir sin dificultad en cada pequeño detalle que comparten en las redes sobre el intento del récord del mundo de velocidad sobre dos ruedas que están a punto de acometer en el salar de Bonneville, Utah. Pese a que sigue sin haber fecha exacta, se nota que el día del #TriumphLandSpeed está muy cerca.
Todo el dispositivo está preparado, y Guy Martin ya lleva días en suelo estadounidense dispuesto a llegar hasta el final del proyecto que se frustró hace un año. ¿El objetivo? Devolver a Triumph a los libros que guardan los registros más míticos del motor, una carrera que comenzó en los 50 y que nunca se ha detenido. Y en la marca británica están tan expectantes que ya lo empiezan a compartir.
Los test van sobre ruedas
El optimismo de los chicos de Triumph se hace patente en su Facebook, donde han reconocido que el clima del quinto día de pruebas fue excelente y permitió a Martin ir un poco más allá en cada tanda de pruebas, superando los registros de velocidad máxima en cada salida a tan particular pista.
En el primer vídeo se puede ver al británico escuchando, concentrado, el motor de más de 1.000 CV que le llevará a más de 600 km/h. En el segundo, también de apenas diez segundos de duración, puede contemplarse en plena acción al Triumph Infor Rocket Streamliner. Son apenas unos instantes, pero lo que se ve y se oye deja con ganas de más.
Primer objetivo conseguido
Durante las jornadas de test, en Triumph se han propuesto ir quemando etapas, y recientemente han anunciado el primer logro dentro de la hoja de ruta del récord absoluto, que no era otro que su propio récord. El día 8, el bólido pilotado por Guy Martin batió el mejor registro de Triumph al alcanzar las 274,2 millas por hora (441,28 km/h).
Una velocidad que bate tanto el récord oficial (245,667 mph) como el oficioso (264 mph) de la marca, ambos establecidos por Bob Leppan en el Gyronaut X-1 hace 46 años. De esta forma, Guy Martin ya ha hecho historia, pero está muy lejos de conformarse y tiene muy claro el objetivo final:
Está bien y vamos en la buena dirección, pero es sólo un paso en el camino para el que tanto el equipo como yo estamos aquí.