Sí, parece mentira, pero queda claro que el medio de transporte más rápido y efectivo del planeta es el trineo tirado por renos de Papá Noel. Al menos eso es lo que se desprende del informe que han completado en Acierto tras analizar detenidamente la ruta de entrega de regalos que año tras año el hombre de rojo tiene que hacer a lo largo de todo el planeta.
Y es que, tras ese análisis en profundidad, han llegado a la conclusión de que Papá Noel debe recorrer 510 millones de kilómetros en tan sólo 32 horas a una increíble velocidad media de 10.703.437 km/h. Desde luego, eso es ir muy muy rápido y no podría conseguirlo sobre cualquier vehículo convencional…
640 años y más de 13 millones de euros en gasolina
Por muy motero que sea, que lo es sin ninguna duda, Papá Noel no podría permitirse hacer su ya tan típico y esperado reparto navideño de regalos en moto. No ya porque no pudiera cargar todos los regalos, algo que se podría solucionar con un top case y maletas adecuadas, sino porque si se moviese sobre una moto debería emplear 640 años ininterrumpidos para completar una única edición navideña.
Pero tardar 640 años no sería el único inconveniente para que todos los niños buenos del planeta recibiesen su regalo a tiempo, ya que el bolsillo del bonachón anciano se resentiría de una forma espectacular. Porque hacer 510 millones de kilómetros en moto puede sonar muy divertido, pero repostar tantas veces puede llevarte a gastar más 13 millones de euros en combustible.
Además, como todo buen motero sabe, no todo es cuestión de echar gasolina, ya que para viajar seguro hay que tener otro tipo de factores del mantenimiento de la moto muy en cuenta. Así, hacer los cambios de neumáticos necesarios le llevaría siete meses, gastando la friolera de más de 25.000 neumáticos.
Eso sí, ni siquiera Papá Noel podría conducir de manera ininterrumpida durante esos 640 años, ya que por mucho espíritu navideño que se tenga siempre hay que parar a descansar cada dos horas por nuestra propia seguridad. En esas paradas hay que tomarse un café y algo de comer, lo que acabaría sumando otra ingente cantidad de dinero, por no hablar de noches de hotel y otros gastos. Eso sin contar con parones para impartir justicia contra conductores a la fuga.
En cualquier caso, es todo un alivio tanto para Papá Noel como para todos nosotros y en especial los niños que su medio de transporte siga siendo el ya tan mítico trineo. Aunque seguramente durante el resto del año el habitante más famoso del Polo Norte se de alguna que otra vuelta sobre dos ruedas…
Ho Ho Ho, ¡Feliz Navidad!