Yamaha está de reformas. Y menuda reforma que le ha metido a su gama Tracer. La saga sport-touring de la marca japonesa debuta en 2025 con un importantísimo plantel de mejoras y un rediseño de aúpa.
Las tres versiones siguen siendo las mismas: estándar, GT y GT+. Las novedades son importantes, especialmente a nivel tecnológico, entre ellas el nuevo cambio Y-AMT.
Tecnología y estética, cambios principales en la nueva Yamaha
Parece evidente a simple vista la evolución y el cambio al que Yamaha ha sometido a su gama Tracer. Lo más llamativo son los faros, que tienen nombre y apellidos en el caso de las GT y GT+ como un extra.
Son los Matrix LED, que combina los de alta y baja frecuencia y que son controlados por una cámara para ajustar la intensidad dependiendo de las condiciones de luz y del entorno. Evita deslumbrar a otros conductores.
La IMU de seis ejes también controla estos focos, y de esta manera, ajusta el haz de luz dependiendo de la inclinación de la moto. Manualmente, se puede ajustar en tres niveles; incluso se puede desactivar.
El chasis es el mismo Deltabox del anterior modelo, pero modificado. Ahora es más ligero y rígido. El asiento es también más ancho y con mejor acolchado todavía, con altura ajustable en dos posiciones y opción de elevarlo 15 mm. La comodidad también llega a la cúpula, regulable a mano en la versión estándar y electrónicamente en las GT.
En cuanto al resto de la parte ciclo, las versiones GT y GT+ vienen con suspensiones electrónicas KYB de última generación. Son las KADS (KYB Actimatic Damper System), que adaptan la amortiguación según los distintos datos de la IMU como inclinación, carga, aceleración y frenado. Además, se integra con el control de crucero adaptativo en la GT+.
Hasta en las llantas ha trabajado Yamaha. Mejor rendimiento y menos peso son las nuevas claves de ellas, ya que los de Iwata ha utilizado su tecnología Spinforged para conseguirlo.
El motor sigue siendo el mismo. Larga vida al CP3 de 890 cc adaptado a la Euro 5+, con sus 119 cv a 10.000 rpm y el par motor de 93 Nm a 7.000 rpm. Ahora llega con cinco modos de conducción , Street, Rain y dos personalizables.
Por supuesto, no podía faltar la opción de la Y-AMT, la transmisión manual-automática que Yamaha ha estrenado hace poco. Puedes ir sin palanca de embrague y sin cambio en el pie, solo con cambio a través de dedos en el manillar izquierdo. Viene de serie en la Tracer 9 GT+ y es opcional en los otros dos modelos.
La GT+ viene también de serie con control de crucero adaptativo (ACC). Lo que hace es detectar la distancia con el vehículo de delante y ajustar la velocidad automáticamente, de tal manera que ajusta la velocidad de forma automática y mantiene la distancia de seguridad. Durante los viajes largos, la "asistencia de adelantamiento" incrementa la aceleración al detectar que activas el intermitente y realiza un cambio de forma más fluida.
La versión más top también viene con el sistema de detección de ángulo muerto. A través de un radar trasero, advierte al piloto mediante luces en los espejos retrovisores si hay un vehículo en la zona de visibilidad reducida. Sumado al sistema frontal de alerta de colisión, supone un importante incremento de la seguridad en la moto. Las dos GT vienen con maletas rígidas de serie. 30 litros de maleta y además, un top case extra y opcional de 45 litros.
Por último, falta anunciar el precio oficial y la fecha de llegada por parte de Yamaha España.