Tras nacer en el 2010 y conquistar innumerables corazones, las Triumph Tiger 800 se convierte en un producto aún más maduro y más que digna integrante de la élite de las trail intermedias que para este próximo 2018 que se renueva tanto por dentro como por fuera.
Motor, electrónica, equipamiento, estética y comportamiento se han mejorado para hacer las delicias tanto dentro de la carretera como por fuera del asfalto con un nivel de acabados propio de la marca británica.
Un surtido trail con seis sabores diferentes
XR, XRx, XRx Low, XRT, XCx y XCa. R de Road para las más asfálticas, T de Touring para la tope de gama y C de Country para las más camperas. La familia Tiger 800 vuelve a multiplicarse una generación más y lo hace pensando en satisfacer las necesidades de quienes estén pensando en comprarse una trail que se adapte perfectamente a sus apetencias.
Por fuera se han cambiado tanto la carrocería como las ópticas con tecnología LED para aportar un look más fresco y dinámico a las ruteras de Hinckley, así como nuevos acabados de pintura y unos paneles laterales con nuevas formas.
El tricilíndrico en línea de 800 cc característico de la marca se ha visto actualizado en profundidad. Ofrece 95 cv de potencia máxima y 79 Nm de par motor pero su comportamiento es más inmediato a las demandas del puño derecho, además incorpora un escape más ligero y con un sonido acentuado.
Para el chasis se sigue confiando en el robusto doble viga tubular de aluminio sobre el que ahora se complementa una parte ciclo revisada con horquillas invertidas Showa de 43 mm monoamortiguador de la misma marca para las XR y WP en ambos ejes para las XC. Los frenos equipan de serie dobles discos delanteros con nuevas pinzas Brembo de cuatro pistones.
A nivel de conducción se ha variado la ergonomía para conseguir mayor control con un manillar 10 mm más próximo al cuerpo y mejorar la vida a bordo con una pantalla regulable en cinco posiciones, deflectores de viento y un nuevo mullido del asiento.
El apartado tecnológico da un salto en el tiempo para zambullirse de lleno en el siglo XXI. Lo primero que salta a la vista es el nuevo cuadro de mandos a color que estrenó la Triumph Street Triple RS. A través de él podremos calibrar seis modos de conducción, ABS, control de tracción, respuesta del acelerador electrónico, control de crucero...
Adicionalmente su equipamiento incluye asientos regulables en altura (+/- 20 mm), puños calefactables o tomas de 12v. En los modelos XC se incluye además el modo de conducción Off-Road Pro que desconecta todas las ayudas.
Por último, existirán varias versiones que serán limitables para el carnet A2, así cualquier conductor puede hacerse con la moto de sus sueños y conservarla durante muchos años.