El retorno de Marco Melandri a la competición ha durado poco. Solo un mes y medio después de regresar a los circuitos, el piloto italiano ha anunciado que vuelve a retirarse. Intentó regresar para cumplir uno de los objetivos que le habían quedado pendientes, el de pilotar la Ducati Panigale V4 R, pero no ha sido tan gratificante como esperaba.
Melandri confiesa que en ningún momento ha sido capaz de domar a la bestia de Ducati, a pesar de que lo ha intentado todo. Así que lo va a dejar aquí, vuelve a retirarse y su hueco en el Barni Racing lo va a ocupar a partir de ahora el también italiano Samuele Cavalieri, que ya trabaja para el equipo en el CIV Superbikes.
El mejor fin de semana de Melandri fue el de su debut en Jerez
Melandri anunció su retirada a final de la pasada temporada, en la que compitió con Yamaha. Sin embargo aceptó regresar para sustituir al lesionado Leon Camier en el Barni Racing. Iba a poder sacarse una de las espinas que se le habían quedado clavadas, la de pilotar la Ducati Panigale V4 R en carrera.
Sin embargo, Melandri reconoce que "lo estaba pasando muy mal". Sorprendentemente, el mejor fin de semana del italiano fue el primero en Jerez. Entonces terminó octavo en la primera manga y noveno en la segunda. Con esa base, parecía que Melandri iba a poder hacer una gran temporada en 2020.
Pero a partir de ahí todo ha ido cuesta abajo. Solo puntuó en la segunda manga de Portimao, decimocuarto, en la primera de Aragón, otra vez decimocuarto, y en la última de Teruel, la que va a ser su carrera final en el motociclismo, en la que pudo ser duodécimo. Entre medias, dos abandonos y bastantes carreras fuera de los puntos, sin ser competitivo.
"El nivel que tiene el campeonato es muy alto, y muchos pilotos de Ducati tardan mucho tiempo en ser fuertes con esta moto. Al menos, al principio, no es una moto fácil. La moto me lleva por el circuito, y no al revés. Hemos probado muchísimas cosas, algo complicado de hacer durante un fin de semana de carreras", comenta Melandri sobre este fugaz regreso.
Así pues, el #33 pone punto y final por segunda vez en muy pocos meses a su carrera deportiva. Una en la que fue campeón del mundo de 250 cc con Aprilia y luego llegó a ser subcampeón del mundo tanto de MotoGP, en 2005 con Honda, como de Superbikes, en su primera temporada, 2011, con Yamaha.
Cavalieri será el encargado de pilotar la Ducati Panigale V4 R del Barni Racing en las tres citas que le quedan al mundial de Superbikes. La primera en Barcelona el próximo fin de semana, del 19 al 21 de septiembre, y luego las rondas finales en Magny-Cours y Estoril. Veremos si es capaz de sacarle más rendimiento a una moto que parece la más fuerte de la categoría.
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