Las protecciones son parte fundamental del equipamiento motero. Salir a la carretera protegido es una de las normas básicas, y es también uno de los gastos más importantes cuando empiezas en este mundillo. Recuerda que en la moto tú eres la carrocería, como se suele decir. Así que más vale mantener al equipo en buen estado... Y no es algo que dure para toda la vida.
¿Sabías que las protecciones para la moto también caducan? No es ninguna táctica de marketing ni ninguna forma de asustar o llevar al consumismo al motorista, sino que algunas protecciones requieren una sustitución cíclica para seguir funcionando en condiciones óptimas. Aunque calma, porque no hace falta cambiar cada pocos meses de protecciones, ni siquiera cada año.
Las protecciones de una chaqueta Dainese caducan a los cinco años
Si eres de esas personas que no se para a leer las instrucciones o etiqueta de lo que compra... Vale, lo entendemos pero alguna vez no está de más echarlas un ojo. Cuando lo hagas te darás cuenta de que las protecciones de las chaquetas y pantalones de moto tienen fecha de caducidad y hay que sustituirlas cada cierto tiempo.
En cada protección que se compra o cada prenda que viene con ellas (chaquetas o pantalones básicamente) viene una etiqueta de homologación o certificación europea que certifica que ha pasado por todos los controles de calidad... Lo que viene dentro no es información tan marciana como para no entenderla, porque si afinamos el ojo, podemos llegar a leer que caducan.
Aunque con letra pequeña, en cada etiqueta se especifica que "los protectores deben ser sustituidos en un año". En este vídeo del que todo el mundo habla de un propietario de una tienda de motos puedes comprobar cómo revisa lo que efectivamente pocos sabíamos: que las protecciones también caducan.
Es algo a lo que todas las protecciones han de estar sujetas de acuerdo ya que están catalogados como Equipos de Protección Individual (EPI) de acuerdo con la homologación genérica EN 17092. De acuerdo con ella todas deben incluir "fecha o plazo de caducidad de los EPI o de algunos de sus componentes"
Técnicamente la respuesta la encontramos en la efectividad de las protecciones. Los materiales sufren el paso del frío, calor, radiación o humedad y terminan degradándose con el paso del tiempo, perdiendo eficacia, aunque todo depende del material con el que estén fabricadas.
Revisando en el armario de los recuerdos perdidos, allí encontré el manual de una chaqueta de piel Alpinestars con protecciones nivel dos. En una de las páginas especifica concretamente que "todas las prendas tienen una vida útil finita, por lo que se recomienda que Alpinestars o un distribuidor autorizado pase inspecciones cada cinco años para asegurarse de que el producto sigue siendo apto para su uso".
En otro manual de otra chaqueta de cordura Dainese con protecciones nivel dos que tenía por casa la información es similar. Bajo el apartado específico "duración del equipo de protección" especifican que "el equipo se debe sustituir tras cinco años de utilización".
Los acolchados y espumas absorben los impactos al comprimirse, por lo que hay que sustituirlos después de un choque, eso no tiene duda. También se arrugan por la constante flexión, y si un acolchado es demasiado fino, será más ineficaz... Y el tiempo los va degradando.
Sucede lo mismo con los de EVA o termoplásticos (la mayoría de ellas). Estas protecciones suelen tener un uso de entre tres y cinco años dependiendo del uso, y cada fabricante les pondrá una fecha de caducidad. Como el ejemplo del vídeo de Instagram, que el fabricante recomienda cambiarlo cada año.
Naturalmente el cambiar o no de protecciones es una cuestión un tanto personal. En cualquier caso, todo dependerá de si la protección ha sufrido algún tipo de impacto o caída, o está muy degradada por el paso del tiempo y las condiciones... Puede perder algo de
Los cascos también caducan, y son la pieza número uno en protección
Los cascos también caducan, por supuesto, y tienen vida útil. Su vida variará dependiendo de la marca y materiales, aunque suelen tener un ciclo de vida de entre tres y ocho años que empieza desde la fecha de fabricación. Por eso es importante asegurarse de la fecha antes de comprarlo.
En ellos encontramos tres partes, principalmente: calota (parte dura exterior), relleno (el interior que amortigua, esa especie de corcho blanco) y el acolchado que es la que está en contacto con nuestra cabeza. La calota, al estar fabricada en resina termoplástica o materiales compuestos como la fibra de vidrio, de carbono, aramida o combinaciones se puede agrietar, perdiendo propiedades. El acolchado también se va deteriorando.
Lo más importante es el 'corcho', o poliestireno expandido. Es el que disipa la fuerza del golpe en caso de impacto. Al ser un material biodegradable se va deteriorando dependiendo del mantenimiento, limpieza, condiciones como una exposición excesiva al sol o el frío y que también se manifiesta en distintas maneras como una calota agrietada, holgura a la hora de usarlo, acolchados cedidos...
Los de material termoplástico suelen aguantar unos cinco años, ocho en el caso de los de fibra. Por ejemplo, un Nolan N104, uno de los cascos más comunes, con una calota fabricada en policarbonato tiene una vida de unos cinco años. Si nos vamos a un SHOEI NXR VALKYRIE o un Shark RACE-R fabricados en fibra de carbono la cifra sube hasta los ocho años.