Es bastante común, por una doble cuestión económica y estética, comprar equipamiento motorista no adecuado, entendiendo como tal todo aquel que no cuente con una certificación u homologación. Y cada prenda encima de una moto es vital, pero especialmente los guantes.
Lo primero que ponemos en el suelo cuando nos caemos son las manos, y es instinto. Los peligros de llevar unos guantes baratos y que se pueden comprar en cualquier famosa plataforma de comercio al alcance de todos son monumentales. Y aquí tenemos la prueba.
Milésimas de segundo: lo que tarda en romperse un guante no certificado
El ser humano es instinto puro y duro. El instinto de poner las manos primero en el suelo al caer de una moto se debe a un reflejo de protección. Es automático, y desde la infancia, los seres humanos aprenden a extender las manos cuando pierden el equilibrio, un patrón que se refuerza con cada caída y se convierte en una respuesta condicionada. También en moto.
Si vamos sin guantes, mal, porque es lo primero que el motorista pondrá en el suelo en caso de caída. Y si vamos con unos que no valen la pena, también mal. Las certificaciones y homologaciones de prendas están para algo; comprueban su resistencia a la abrasión, materiales, refuerzos, protección contra impactos, resistencia al desgarro, protección contra el clima... Y parecían unos 'simples' guantes, ¿eh?
De ahí la importancia de comprar unos guantes con sello, que hayan pasado estas pruebas. Estándares de seguridad mínimos, se llaman. Los guantes son considerados equipos de protección individual (EPI) y también han de pasar por ello. Lo que pasa es que muchos se comercializan sin una homologación/certificación y se usan para ir en moto.
Es precisamente lo que critica John Milbank de Bennetts BikeSocial en el último vídoe de YouTube. El experto inglés pone a prueba unos guantes de dudosa calidad con "etiquetas de seguridad cuestionables" y que se venden en Amazon, pero también en otros comercios chinos; son muy populares. Una rápida búsqueda, y ahí están los primeros.
Así que los puso a prueba. Y el resultado es mejor comprobarlo con tus propios ojos, para la próxima vez que quieras comprarte unos guantes baratos. El hombre los somete a diversas pruebas, simulando condiciones reales de caída en moto, y en comparación con guantes certificados, no valen para absolutamente nada, dañándose en milésimas de segundo. Y el se supone que sería tu mano.
El vídeo pretende ser una carta abierta a Amazon para pedirle que aborde este problema porque él considera que esa marca "falsificó sus etiquetas de certificación de seguridad". Aunque demostrarlo es difícil, él lo argumenta en el vídeo. Que sea verdad es otra cosa, y por eso lo denuncia a Amazon.