En una competición deportiva los nervios entre los participantes siempre están a flor de piel y no siempre es fácil controlarlos. En más de una ocasión hemos visto cómo los propios pilotos pasan esa barrera en la que cometen alguna acción de la que luego se arrepienten.
Recordamos casos como el toque de freno en la recta de Romano Fenati a Stefano Manzi, el golpetazo de Niklas Ajo a un comisario o la pelea a puñetazos entre Wayne Maxwell y Héctor Faubel. Algo parecido ha ocurrido en Costa Rica, donde dos pilotos se han peleado en plena recta durante una carrera.
Dos años de suspensión para los dos pilotos
Ocurrió el pasado 17 de febrero en el Circuito Grupo Sur de Costa Rica. Durante una carrera del Campeonato Nacional de Motociclismo los pilotos Marion Calvo y Jorge Martínez se disputaban una plaza en la recta más larga del circuito, el lugar donde llegan a la velocidad máxima.
Calvo estaba adelantando en la recta cuando chocó contra la moto de Martínez. Con una suerte increíble, la montura de éste se desvió hacia la trayectoria de Calvo y consiguió evitar la caída al suelo agarrándose como pudo en la parte trasera de la moto de su oponente. Calvo consiguió frenar la moto (después varios derrapes de la rueda trasera).
Cuando esperábamos que los dos pilotos se mirarían y uno agradecería al otro el haberle salvado de un buen golpe al haber evitado la caída, pasó todo lo contrario. Martínez, bastante enfadado, no dudó en darle un buen puñetazo a Calvo lo que provocó la caída tanto de éste como de su moto.
Acto seguido, Calvo se levantó y le devolvió el gesto un poco más edulcorado con un empujón. Martínez, con toda tranquilidad, cruzó andando la recta en la zona más peligrosa, donde los pilotos alcanzan su velocidad punta y clavan los frenos para trazar la curva de izquierdas. Tuvo suerte, los pilotos pudieron evitar atropellarlo, pero el daño moral y físico ya estaba hecho.
Uno de los siete pecados capitales cuando se está en un circuito es olvidarse de que debemos respetar a cualquier persona que esté en él, y los pilotos son los primeros que deben dar ejemplo porque son los que más se juegan la vida. Otro es el no ser cívico o educado, que en el caso del que hablamos aquí también se incumplió.
Este tipo de escenas no deberían ocurrir nunca. No solo afectan a los dos pilotos que se vieron implicados, cuya vida pusieron en serio peligro con lo ocurrido, sino también a los demás pilotos de la carrera y a la imagen general del motociclismo. Un deporte en el que está en juego la vida de tanta gente tiene que evitar cualquier gesto de violencia en cualquier ocasión, aunque estés caliente encima de una moto porque te juegues un puesto en un campeonato nacional. Por tal motivo, ambos pilotos han sido sancionados con dos años sin poder competir.