El 5 de septiembre de 1993 fue un día aciago. En la disputa de la carrera de Misano, Wayne Rainey sufrió una gravísima caída. El estadounidense quedó postrado para siempre en una silla de ruedas cuando casi podía alcanzar el que hubiera sido su cuarta corona consecutiva en el Campeonato del Mundo de Motociclismo.
Desde entonces uno de los pilotos con más talento que han pasado por el mundial ha estado apartado de las motos, hasta ahora. Rainey ha sido convocado a un evento muy especial organizado por el Circuito de Suzuka que se celebra este próximo fin de semana: 'The Sound of Engines'.
"Iba como cuando te quitan los ruedines en una bicicleta"
Allí, Rainey ha sido invitado a pilotar junto a otros grandes pilotos del motociclismo, pero para conseguirlo primero tendría subirse a una moto después de más de 25 años. Y eso ha hecho en una primera prueba en la que el astro americano a sus 59 años se ha vuelto a poner a los mandos de una Yamaha YZF-R1 adaptada a su discapacidad.
La primera prueba ha tenido lugar en California, en el trazado de Buttonwillow, donde el ahora presidente de MotoAmerica finalmente ha sido convencido por el especialista Keith McCarty para que se metiera en esta aventura. Una aventura a la que Rainey inicialmente había dicho que no, pero que posteriormente cambió de opinión después de ser convencido por McCarty.
Así, en Yamaha USA se pusieron manos a la obra y prepararon una R1 en la que Rainey pudiera montar sin tener que utilizar los pies. La principal modificación fue adaptar el cambio con un sistema semiautomático manejado desde unos pulsadores en la piña izquierda.
El californiano en un principio se mostró nervioso ante el reto de montar por primera vez en 26 años, pero después de concluir el primer contacto aseguró que "no sé qué demonios estaba haciendo. Me sentí como cuando te quitan los ruedines en una bicicleta. Las dos primeras vueltas fueron muy extrañas, paré y volví a salir... La R1 me ha hecho sentir joven otra vez".
Y es que no debe ser nada fácil para alguien como Rainey que casi pierde la vida encima de una moto volver a montar. "He podido sentir la moto, ha sido bastante divertido", aseguró el piloto, especialmente reconociendo que "cuando he acelerado y he empezado a meter marchas... estas motos aceleran muy fuerte".
Grande, Rainey.
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