Todavía seguimos conmocionados por la trágica pérdida de Norick Abe hace dos días. Un piloto al que nunca olvidaremos por su simpatía y cercanía al aficionado. El pupilo de Luis D'Antin era para la afición española uno más de los nuestros. Una persona que se hacía querer.
Pero también era un enorme piloto. Siempre ligado a Yamaha, logró 3 victorias y 17 podios en las 144 carreras que disputó, siendo además el primer japonés en vencer un GP de la categoría reina.
Como ya decía mi compañero S.Marcus, siempre quedará en el recuerdo de los aficionados su extraordinaria carrera de debut en el Mundial de 500cc de 1994. Fue en el trazado de Suzuka participando como piloto invitado. Su actuación fue brillante, peleando para sorpresa de todos con pilotos de la talla de Kevin Schwantz y Mike Doohan, hasta que a falta de sólo tres curvas para la meta se fue al suelo. De todas formas, su gran papel no pasó desapercibido para Kenny Roberts, que le ofreció participar en otras dos pruebas de ese campeonato, y una plaza como piloto fijo de Yamaha en 1995.