Quién pensaría que un scooter pudiese alcanzar la friolera de 17.000 euros, precio por el que te puedes hacer con una flamante Yamaha MT-10, por ejemplo. Pero, ¿tener a cambio una moto de 50 cc? Todo cambia si metemos a Valentino Rossi en la ecuación.
Este año se subastó una Yamaha Giggle 50 que el italiano utilizó durante los Grandes Premios en su época cuando formaba parte de la fábrica de los diapasones. Una puja privada con fines benéficos para investigar el autismo en los niños.
Cuando lo exótico supera lo realista: ¿17.000 euros por un scooter? ¡Es de Rossi!
Bajo el pretexto de una subasta benéfica en el Día Minardi, se remataron todo tipo de artículos relacionados con el deporte del motor de las dos y cuatro ruedas. Y entre las joyas se encontraba la Giggle 50 que utilizó Rossi en su época de oro: 2008 y 2009. Una oportunidad única.
De hecho, las imágenes del piloto de Tavullia recorriendo el paddock de cada GP de la época forman ya parte de los anales fotográficos de la historia del mundial. Pues allí estaba la pequeña joya de 49 cc del italiano: expuesta y lista para ser vendida al mejor postor.
Se la acabaron llevando por la friolera de 17.000 euros, una auténtica máquina para los coleccionistas más férreos del 46, a sabiendas de que la pilotó el italiano. Todo el dinero recaudado en el Día Minardi se destinó a una obra benéfica para los niños con autismo.
La pequeña moto mantiene intacta la librea y colores originales de la época, con el 46 fluorescente impreso e incluso con una firma hecha a mano por el propio Rossi en la parte delantera del scooter. La moto, que equipa un pequeño motor monocilíndrico de 3 cv, fue utilizada en las rondas europeas del mundial durante la temporada 2008-2009, y luego pasó a una colección privada hasta este 2022.
Incluso hay fotografías de varios miembros del equipo técnico de Yamaha subidos a la pequeña Giggle, hasta fue usada por uno de los fotógrafos más conocidos en el paddock: Gigi Soldano.
La moto en sí no es ningún lujo, hablamos de una moto actualizada a la época, con un propulsor de un solo cilindro de dos tiempos, tres válvulas y refrigeración líquida, 49 cc para un par máximo de tres Nm y 5.500 rpm y un peso de solo 87 kg. Ideal para moverla fácilmente y sin mucha habilidad en la pequeña ciudad que se forma cada GP. Algo muy típico en el paddock: el product placement para enseñar el producto de la marca.
El que se la lleve podrá utilizarla por carreteras abiertas, ya que los subastadores especificaron de que se encuentra registrada, con matrícula y el motor plenamente funcional. En su día, la moto costaba algo menos de 2.000 euros, así que ha multiplicado su valor exponencialmente.