Por una vez, Dani Pedrosa se pasó de las motos normales y corrientes a las de una sala de máquinas recreativas de Barcelona. El motivo es una campaña publicitaria para la marca de gafas de sol 'Arnette', que resulta de lo más divertida.
Sin previo aviso, Dani se mete en la sala y se sube a una de las motos, esperando a que alguna persona de las que por allí andaban se pusiera en la de al lado para echarle una carrera. Salta a la vista la cara de incredulidad de la gente, que no entiende a qué se debe dicha visita, a la par que la expresión de Pedrosa demuestra que hasta él se ha divertido.
Vía | Motociclismo