Solo llevamos algo más de dos meses de Campeonato del Mundo de MotoGP y ya afrontamos la primera cita decisiva de la temporada. Mugello se presenta como un examen crucial en este curso 2019 y todos los protagonistas lo saben, desde los hombres de Ducati, los grandes favoritos, hasta Marc Márquez.
Los de Borgo Panigale son los favoritos y toda la presión recae sobre sus hombros. En Mugello no pueden fallar, después de cuatro carreras consecutivas minimizando daños ante en dominio de Marc Márquez. Una victoria del piloto español en Italia podría ser un golpe definitivo para un mundial de MotoGP que apenas comienza ahora.
Honda y Ducati, igualadas en velocidad punta
Marc Márquez solo ha ganado una vez en Mugello en la categoría reina, pero fue en 2014, su temporada de máximo dominio. El español venía de ganar las cinco primeras carreras de manera consecutiva y empalmaría otras cinco a la racha, comenzando por Mugello, donde ganó tras un duelo vibrante con Jorge Lorenzo.
El problema para sus rivales es que este 2019 no dista demasiado de aquel 2014 de Marc Márquez. El español ha ganado en solitario en Argentina, Jerez y Le Mans, y también iba camino de hacerlo en Austin antes de irse al suelo. En Catar, la primera cita del mundial, luchó por la victoria contra Andrea Dovizioso hasta la última curva, aunque al final fue segundo.
Hasta el momento este dominio entraría dentro de lo relativamente normal, dado que han sido circuitos que acostumbran a irle bien, o al menos no muy mal, a Márquez y Honda. Pero si ganan en Mugello sería una muestra muy clara de que la temporada 2019 no será una lucha a cuatro, sino un paseo de Márquez.
Por eso Márquez llegará especialmente motivado a la cita y explica que "si seguimos trabajando desde el viernes como en los últimos Grandes Premios, me siento con confianza para hacer una buena carrera". Pese a todo Márquez reconoce que "no nos ha ido muy bien aquí y nuestros rivales siempre están fuertes. Será una carrera divertida".
Un punto clave para no dejarnos llevar por la historia puede ser el vuelco en el escalafón de velocidades puntas que hemos visto esta temporada. Mugello, al igual que Montmeló, próxima carrera, son dos circuitos donde la velocidad máxima es crucial. En ellos se acostumbran a marcar los mejores registros en este apartado y de esa característica sacaba provecho Ducati.
Pero este año han cambiado las tornas. Ya en Losail, otro circuito donde la velocidad punta es clave, vimos a la Honda un poco por encima de la Ducati, una tónica que se ha mantenido el resto del año. Se podría decir que la situación es de empate técnico, una situación mucho más favorable a los japoneses que la de los últimos años.
Sin embargo en Ducati se quieren agarrar a las buenas sensaciones que acumulan hasta la fecha. El propio Dovizioso afirmaba que "llegar a Mugello tras un resultado como el de Le Mans, con tres Ducati en las cuatro primeras posiciones, es muy positivo". Tradicionalmente a Ducati le había costado mucho estar en el podio del circuito francés.
Además el equipo italiano contará con una ayuda especial, la de su piloto probador Michele Pirro, que estará a los mandos de una tercera Desmosedici GP19 como wild card. Y es que, como dice Gigi Dall'Igna, "el Campeonato del Mundo no se decidirá en Mugello, pero esta carrera en casa es particularmente importante para Ducati".
Rossi y Rins, lastrados por la menor potencia de sus motos
Como terceros en discordia vienen los otros dos aspirantes al título, Valentino Rossi y Álex Rins. Ambos llegan con menos opciones de éxito por el mismo problema: la velocidad punta de sus motos. De hecho el propio Rossi, que es el piloto con más victorias en Mugello, admitía que "la recta es muy larga, seguramente ese será nuestro punto débil".
La Yamaha de este año es la moto con menos velocidad punta de la parrilla, algo que les pasó factura también en Losail, el circuito más rápido de lo que llevamos de temporada. No andan mucho mejor las Suzuki, que en el trazado catarí se quedaron a unos 5 km/h de media con respecto a las Honda y las Ducati.