Marc Márquez y Honda han asustado en Le Mans al ganar incluso donde no son favoritos
Marc Márquez está en un momento muy dulce. El piloto del Repsol Honda alcanzó el pasado Gran Premio de Francia la tercera victoria consecutiva de este Campeonato del Mundo de MotoGP 2018. La última vez que logró encadenar ese número de carreras ganadas seguidas la cosa no se quedó ahí.
Fue en 2014, un año en el que el español se mostró intratable. Consiguió comenzar la temporada subiendo a lo más alto del podio en el Gran Premio de Catar y repetió esa misma posición durante nada más y nada menos que 10 carreras, hasta la cita del mundial en Indianápolis. Luego conseguiría otras tres victorias esa misma temporada para hacerse con su segundo título en la categoría reina.
"Se ha puesto de cara el campeonato"
Marc Márquez no lo oculta, tanto él como el equipo tienen mentalidad y enfoque positivos y no quieren que esta buena racha se termine. Este fin de semana se suponía más difícil para el equipo del ala dorada, ya que Le Mans es uno de los trazados en los que más sufre la Honda, pero nada pudieron hacer el resto de pilotos.
Eso sí, el piloto de Cervera reconoce que les benefició la caída de Andrea Dovizioso: "Honestamente hablando, si Dovi no se hubiese caído hubiese estado mucho más apretado, porque ya habéis visto, Petrucci con la misma moto me estaba apretando, y Dovi suele ser un poquito más rápido, pero bueno, las carreras son así", explicaba Marc Márquez a los micrófonos de Movistar.
"He sabido ir con calma y gestionarme. Sólo tenía en el punto de mira a Dovizioso, que creo que es el que tenía más ritmo, pero luego cuando se ha caído ya he planteado la carrera de una forma un poco diferente", añadía Márquez, que una vez se puso en cabeza a 18 vueltas para el final ya no perdería esa plaza.
Dos de los momentos de mayor tensión en todo el Gran Premio tuvieron en común al piloto de Honda. Por un lado su adelantamiento sobre Jorge Lorenzo, al que el propio mallorquín quitó importancia nada más terminar la carrera, aunque el 93 ha querido explicarlo de todas formas:
"No me he pensado mucho el adelantamiento porque venían los de atrás, quería adelantar a Jorge rápido porque venían Petrucci y Valentino. Valentino es un piloto que cuando se te engancha detrás ya no lo sueltas, pero bueno, aquí parece que les ha costado un poquito más", dice Márquez.
Por otro lado, ya en las primeras curvas el piloto de Cervera sufrió un toque con Johann Zarco que, junto a tener que esquivar a Andrea Iannone tras su caída, le hizo perder varias posiciones: "Sabía que Zarco saldría con todo aquí, es normal. Había hecho la pole, está luchando por el campeonato, todo el mundo aquí, quieras que no se siente la presión. Los españoles tenemos tenemos ventaja porque somos más y se reparte un poco, pero Zarco al ser el único francés todo el mundo le apuntaba a él", comenta el 93.
Pero no fue en los únicos momentos que el seis veces campeón del mundo dio de qué hablar porque en la misma parrilla de salida los focos se centraron sobre Márquez al ser el único piloto con el neumático duro trasero; los demás optaron por el compuesto blando.
De hecho, Márquez probó durante los entrenamientos el compuesto duro delantero, aunque finalmente se decantó por el medio para el domingo. Precisamente en el punto donde salvó la caída en carrera fue donde se cayó el día anterior con la goma dura, provocándose además una pequeña abrasión en el codo al hacer fuerza para levantar la moto.
Al final lo que cuenta para el piloto catalán es el haber sumado una nueva victoria y la inyección de energía y buenas sensaciones para el equipo y para sí mismo. "Estoy contento por el resultado final, por el nivel durante todo el fin de semana, por cómo se ha puesto el campeonato ahora aunque todavía es muy pronto, pero bueno, mejor tener esta ventaja que no tenerla", explica Márquez.
Y no es para menos, el vigente campeón suma 95 puntos en la clasificación general, con 36 de ventaja sobre Maverick Viñales y 49 sobre Andrea Dovizioso, que es el piloto al que Márquez señala como máximo rival y quien le complicó las cosas el año pasado hasta la última carrera.
Con sólo cinco carreras disputadas el piloto de Honda comenzará a pilotar en cada cita tirando de estrategia para tratar de conseguir su quinto título en la categoría de MotoGP en tan sólo seis años: "De momento parece que se ha puesto de cara el campeonato pero quedan muchas carreras. Me siento cómodo con la ventaja porque te permite administrar en según qué puntos y arriesgar en otros, así que a continuar con la misma dinámica".
La siguiente prueba para Márquez será Mugello el fin de semana del 1 al 3 de junio. En la prueba italiana sólo ha subido al podio dos años (cuando ganó en 2014 y siendo segundo en 2016) y donde Andrea Dovizioso y Valentino Rossi juegan en casa.
Fotos | Repsol Honda