Desde que Honda regresó a la categoría reina del mundial de motos allá por 1982 puede que nunca haya hecho un fichaje peor que el de Luca Marini. Que incorporar al hermano de Valentino Rossi firmándole un contrato de dos años era una mala idea lo sabía cualquiera que se hubiese parado un rato a ver una carrera de MotoGP, pero la realidad está superando a la ficción.
Después de siete Grandes Premios con sus catorce carreras, Marini sigue en la 23º posición de un mundial en el que solo participan 22 pilotos. No ha sumado ni un solo punto, cada vez está más lejos de sus compañeros de marca y solo pelea con los peores 'wild card' que van entrando y saliendo del mundial para probar las novedades de las marcas.
Marini quiere seguir en Honda. Si Honda lo permite, es la prueba de que ya se han rendido
Decía hace unos días Luca Marini en el canal de YouTube de Nico Abad que él no quería romper su contrato con Honda. Y no es para menos. Porque si algo está quedando claro tras sus primeros seis Grandes Premios en Honda es que Marini no debería encontrar asiento fuera de Honda, ni siquiera en el equipo de su hermano, a tenor de su rendimiento.
Y es que hay un dato todavía más sangrante que el de no sumar puntos todavía. Después de siete Grandes Premios, Luca Marini todavía no se ha caído ni una sola vez. El hermano de Valentino Rossi se fue al suelo en un test privado en Jerez, pero en competición, Marini todavía no ha probado el asfalto.
Un dato que choca frontalmente con su discurso de estar desarrollando la Honda. Para desarrollar una moto de MotoGP es imprescindible ir rápido, y ese es uno de los factores que hace imprescindible a Dani Pedrosa dentro de KTM. Marini no es que no esté yendo rápido con la Honda, es que ni siquiera lo está intentando.
Un caso claro es la clasificación del pasado Gran Premio de Italia. Marini fue último en la Q1, a casi medio segundo de la siguiente Honda, la de Takaaki Nakagami, y a nueve décimas de la mejor, la de Joan Mir. Marini estuvo incluso por detrás de Pol Espargaró y Lorenzo Savadori, pilotos probadores que estaban haciendo un 'wild card' para testar piezas.
En carrera la cosa mejoró. Marini al menos pudo acabar delante de Savadori. Pero los puntos siguen sin llegar, y la actitud de Marini está desanimando al resto del equipo, que no entiende cómo se ha firmado por dos años a un piloto que más que una ayuda es una rémora. Recordemos que en Jerez, cuando Stefan Bradl hizo 'wild card' con la Honda, fue más rápido que Marini.
Obviamente, Marini se quiere quedar en Honda. Pero si Honda lo permite, cueste lo que cueste, será la mejor prueba de que ya se han rendido, y de que no hay esperanzas de volver arriba en MotoGP en el corto y medio plazo.