Por encima de todos, la gran decepción del Gran Premio de San Marino fue Ducati. La moto que dominó la edición del año pasado, con pole position para Jorge Lorenzo y victoria de Andrea Dovizioso, no ha estado ni cerca del podio en 2019. De hecho se han llevado un buen repaso por parte de Yamaha.
Dovizioso terminó en sexta posición, con las cuatro Yamaha por delante, además del ganador de la carrera, Marc Márquez. El que debería ser el gran rival por el mundial del de Honda sigue segundo en la general, pero prácticamente en ningún momento de la temporada ha tenido el nivel necesario para pelear contra Márquez.
Danilo Petrucci sigue en una crisis de pilotaje
Por eso Andrea Dovizioso no estaba nada contento tras la carrera de Misano. El subcampeón del mundo explicaba que "a Márquez ahora ni siquiera le veo. Es inútil pensar que podemos recortar la diferencia con Marc si estamos detrás de él en cada carrera". Y es que ya son 93 puntos de ventaja los que tiene el español, que posiblemente sea campeón en Buriram.
"En Borgo Panigale están trabajando mucho pero no es fácil traer nuevas para mejorar últimamente. Parece que Suzuki había mejorado mucho, pero es porque tenían una brecha que llenar. La evolución ahora mismo está al máximo", comentaba Dovizioso sobre el punto límite al que parece haber llegado la Desmosedici GP19.
Y es que la Ducati está sufriendo una involución. Prueba de ello es la clasificación del mundial por equipos, donde parecía que nadie iba a poder toser equipo oficial de los italianos, pero resulta que el Repsol Honda ya está tan solo 23 puntos por detrás, y eso teniendo en cuenta que llevan arrastrando el lastre de Jorge Lorenzo durante toda la temporada.
En Misano la mejor Ducati, la de Dovizioso, apenas pudo despegarse de dos motos que deberían ser inferiores en este trazado, como fueron la Suzuki de Álex Rins y la KTM de Pol Espargaró. "Lo he probado todo hasta el final. Después de haber pasado a Espargaró, pensaba que podia ir a coger a Rossi y Morbidelli, pero se iban", se lamentaba Dovizioso.
Aún así, Dovizioso fue la cara de Ducati este fin de semana. Por la cruz, y bien grande, fue de nuevo Danilo Petrucci. El segundo piloto de Borgo Panigale sigue ahondando en su crisis de pilotaje. En Misano se quedó decimoséptimo en parrilla, ni cerca de la Q2, y luego en carrera recuperó hasta la décima posición, pero a 20 segundos de Dovizioso.
De hecho, Petrucci estuvo todo el fin de semana detrás del piloto probador, Michele Pirro, que aquí hacía su segundo wild card. Solo una caída de Pirro impidió que quedase delante de Petrucci en carrera. El segundo piloto de Ducati hizo en Misano su peor Gran Premio de la temporada, y lo peor es que lleva varias semanas consecutivas superándose en ese aspecto.