Probamos el RIDE 5, el Gran Turismo de las motos que repite fórmula para golpear en el corazón de los moteros
Recuerdo cuando el RIDE 4 llegó antes a otras manos que a las mías; entonces me conformé con leer a mi compañero Roberto Rodríguez (yo ni siquiera formaba parte de esta casa) definir a la pasada edición como un juego que “simplemente va de dar gas y andar con la moto. Pura emoción”.
Ahora llega la tan ansiada edición del RIDE 5, el Gran Turismo de las dos ruedas que viene con la misma filosofía, pero algunos cambios para modernizarse. Los habituales a esta saga no esperéis una gran revolución; es un claro paso adelante, con muchas mejoras y la misma diversión. Sigue siendo pura emoción, pero bajo la misma fórmula.
El RIDE 5 estrena muchas novedades, y se siente un juego actualizado este 2023
Empecemos poniendo los puntos sobre las íes. ¿Simulador o arcade? RIDE 5 no es un simulador de motos, y es algo que los desarrolladores de Milestone se han ocupado de aclararnos en la presentación a la que asistí en en el museo BMW en Múnich (Alemania). Esto solo quiere decir una cosa: que es un juego para todos. No en vano el apodo de Gran Turismo de las motos.
No es fácil empezar, pero sí seguir la saga. Para los que vienen de versiones anteriores (como era mi caso), el juego se siente prácticamente igual a nivel de manejabilidad, y para los que no, la curva de aprendizaje sigue siendo alta, pero no más que el juego de MotoGP.
La fórmula sigue siendo ofrecer una dosis altísima de realismo. El motor del juego sigue siendo Unreal Engine 4, y eso ya nos deja bien claro que no vamos a encontrar ninguna transición gráfica sustancial. El popular motor de juego se ha ido actualizando, sí, y a nivel gráfico hay una cierta evolución y se siente un levísimo paso adelante.
En relación con esto, los niveles de dificultad ayudarán a la experiencia de juego. Si bien no han mejorado, para quien vaya a jugar de nuevas podrá ajustar las distintas opciones de asistencia de frenos, curva… Olvídate de la dificultad de MotoGP, a cambio también te deberás olvidar del realismo tan exagerado en las animaciones del piloto o la moto, porque este juego es muy arcade.
Además de calibrar excelentemente los niveles de dificultad, han mejorado la IA neuronal de los rivales. Ahora estos irán de menos a más en función del nivel que tú muestres. Chapó por esta novedad.
Lo que no ayuda al realismo es el sonido, y este es quizá el fracaso más acusable al juego a lo largo de la saga. El sonido de los motores no se siente tan real como una moto, muy en la línea (por no decir prácticamente igual) que en el RIDE 4.
Las motos y los circuitos siguen estando al nivel esperado; este es alto. La pequeña evolución del motor gráfico permite apreciar mejor los detalles, y hay algunas motos nuevas entre los 270 modelos, con 20 fabricantes distintos.
Los circuitos (44) también mantienen el nivel, y con muy buenas noticias para los españoles: entre los nuevos incluidos están el de Andalucía, Almería e Iberia, además de los que ya estaban, como el de Ricardo Tormo. Hay algunos de nueva creación (ficticios) y los míticos como Laguna Seca, Mugello, o circuitos callejeros como el de Kanto.
En cuanto a las motos, se notan los ligeros avances técnicos que hacen la experiencia algo más inmersiva.
Te los resumo rápidamente: una velocidad máxima más pareja al modelo de moto real; diferentes ángulos de tumbada en función de la velocidad; un sistema de suspensión totalmente renovado que replica los componentes; nuevas físicas en la deformación de los neumáticos y una aceleración más realista gracias a la mejora de la cadena y la suspensión trasera.
El nivel de detalle de los componentes y configuración de la moto es elevado, así como la posibilidad de modificar los settings de suspensiones, gomas, la relación de marchas/velocidad y hasta el kit de arrastre.
También llega un nuevo editor de monos y pegatinas, lo que permite hacer creaciones únicas y personalizar las motos, monos y cascos. Lo mejor de todo es que se pueden compartir, y si no eres demasiado hábil con esta herramienta, siempre podrás descargarlos del resto de la comunidad.
Una de las novedades más extrañas como interesantes es el nuevo clima dinámico, que debuta en esta versión. Básicamente lo que hace es convertir cualquier carrera en una odisea: puedes haber empezado con un sol resplandeciente y acabar con una lluvia de mil demonios. Es configurable, por si no te gusta la idea.
Dos novedades muy importantes. La primera de ellas permite, muchos años después, el famoso 'cross-play' entre todas las plataformas. La segunda es el modo doble pantalla, perfecto para todos aquellos que quieran jugar con amigos. Un modo que por cierto, regresa desde el RIDE 2.
Los modos del RIDE 5 siguen siendo igual de atractivos y accesibles
El modo trayectoria ha experimentado una mejora más inmersiva. Aunque llega años tarde, ha sabido replicar el éxito de la trayectoria de otros títulos (como MotoGP o el FIFA). En esta ocasión está dividido en dos áreas de eventos bajo la filosofía de "from zero to hero".
El primer grupo de ellos consiste en campeonatos de varios tipos: carreras individuales, contrarrelojes... Habrá que conseguir una puntuación mínima para desbloquear el segundo grupo de actividades, con mayores recompensas y unas carreras con motos y circuitos más complicados.
Desde pequeñas ligas regionales con viejas deportivas japonesas de dos tiempos a grandes competiciones de supersport, naked y hasta superbikes, el abanico es amplio para ir catando todo tipo de máquinas. El gusanillo que despierta ir desbloqueando cada parte es indescriptible. Le han echado ganas al modo trayectoria.
Del modo de resistencia podemos esperar lo que ya conocíamos, con carreras que van desde los 20 minutos hasta las 24 horas. Y no, no te preocupes que no tendrás que pasar un día continuo frente a la pantalla... Permite guardarlo y seguir jugando en otro momento, y se agradece. Ah, y si te caes, olvídate de rebobinar. Es el espíritu de la resistencia.
En resumen, RIDE 5 es todavía más pasional, más pulido y con funciones que ya era hora de añadir para no quedarse atrás. Una actualización nueva y esperada, pero ojo, que no supondrá ningún cambio sustancial.
Sin tener ningún cambio sustancial, merece reconocimiento el hecho de que después de muchos años jugando a la saga RIDE, el 5 me provoque aún más ganas de seguir jugando sin aburrirme, con infinitud de opciones, ahora muchos más circuitos y nuevas funciones que se nota, dan un toque más moderno al juego.
Y sí, sigue siendo aquel juego que conecta a los apasionados al mundo de las motos con el mando y la pantalla. Ahora, con su permiso, sigo quemando los gatillos del mando de este juego hecho por moteros para moteros.
Por cierto, seguiremos soñando con un RIDE 6 de mundo abierto. A lo Forza Horizon, pero para los moteros.