Nacidas para reinar en la competición, las Yamaha YZF-R1 e YZF-R1M reciben una nueva actualización para este 2018, para mantenerse como una de las Superbike más completas, competitivas y emocionantes de pilotar de todo el mercado.
Su inspiración en MotoGP sigue muy presente. No hay más que ver su estética tan personal para encontrar parecidos con las motos de Valentino Rossi y Maverick Viñales. Pero estas motos son más que estética y la YZF-R1M es el buque insignia de Yamaha en lo que a deportividad se refiere y evoluciona (aún más) su ya excelente equipamiento para transferirlo en parte en forma de cascada hacia la YZF-R1.
Yamaha YZF-R1M 2018
Poco podemos decir sobre la parte ciclo y el motor de la YZF-R1M que no hayamos dicho ya. Su motor de 998 cc de cilindrada y cuatro cilindros mantiene su configuración Crossplane, un cigüeñal con calado irregular que aúna en un mismo bloque los beneficios de los dos y de los cuatro cilindros al mantener una poderosa estirada con 200 cv de potencia máxima junto con una gran dosis de bajos y medios.
Los cambios para esta nueva temporada se centran en sus entrañas digitales. La electrónica recibe un nuevo mapeado de la centralita, pero no sólo eso, hay mucho más. La plataforma de medición inercial de seis ejes se actualiza para reconocer mejor los cambios repentinos de elevación repentina en la rueda delantera. Con ello, la R1M es capaz de actuar antes sobre el control de tracción aportando una dosis extra de confianza al piloto.
Junto con los cambios en la centralita, el sistema de cambio semiautomático QSS que ahora es bidireccional (antes sólo permitía subir marchas sin embrague). A partir de ahora los propietarios de una R1M podrán concentrarse exclusivamente en pilotar, olvidándose de accionar un embrague que además ahora es regulable en dos modos, más rápido y agresivo o más suave.
Si había un apartado en el que la YZF-R1M destacaba era en su completísimo apartado de suspensiones gestionadas electrónicamente. Pues bien, el ERS firmado por Öhlins se vuelve aún más avanzado en esta generación con su versión Smart EC 2, un sistema más inteligente, rápido y preciso.
Las nuevas funcionalidades permiten a las suspensiones evitar los hundimientos excesivos tanto en aceleración como en frenado ajustando el tarado de ambos ejes en milisegundos y leyendo el asfalto. Para ello el sistema cuenta con nuevos ajustes que se pueden realizar de manera automática o manual para adaptarse a los requerimientos del piloto.
Como resultado se obtiene una mejor firmeza en cualquier situación y una confianza mejorada, además de un extra de tracción en aceleraciones y durante los periodos de máxima inclinación.
Por último también se incluye en la versión 2018 un nuevo carenado realizado en fibra de carbono con partes sin pintar y gráficos específicos para el modelo 2018 con la combinación gris y azul Silver Blu Carbon oficial de la marca de Iwata.
Además de nuevos colores también para la Yamaha YZF-R1 básica, también hereda parte de los avances en electrónica, destacando el nuevo quickshifter up&down QSS. Ambos modelos estarán en los concesionarios a partir del mes de marzo a un precio de momento no declarado.