La Derbi Terra Adventure 125 se desenvuelve con cierta soltura en autopista, aunque claramente no es este su ambiente ideal. En cuanto la carretera apunta hacia arriba la velocidad baja bastante situándose en 80 Km/h lo que es bastante peligroso tanto para nosotros como para los demás usuarios de la vía. Lo bueno viene cuando empieza la cuesta abajo y la aguja roza la línea roja, ahí puedes llegar a ver hasta 130 Km/h, lo que es mucho para un 125. La trazada de las curvas de gran radio no es problema, incluso si el firme es de los que la DGT nos regala con ondulaciones y estrías que te pueden poner el pelo de punta.
Las carreteras nacionales ya son otra cosa. Si no tienes mucho tráfico pesado delante puedes enlazar las curvas sin ningún problema, siempre que mantengas el motor en la zona buena del cuentarrevoluciones y conserves la velocidad de paso por curva. En cuanto el tráfico se hace mas complicado puedes seguir defendiéndote de los camiones gracias a la buena aceleración. Incluso puedes adelantarlos con holgura.
El terreno ideal de este tipo de motos son las carreteras de segundo orden, con muchas curvas, subidas y bajadas. En este terreno esconde realmente te lo pasas bomba, y donde el tráfico casi no te influye en la conducción. El conjunto del chasis, frenos y motor se comporta perfectamente y te mete en la trayectoria con solo insinuárselo en el manillar. Incluso en las inclinadas más largas la sensación es de ir en una moto mucho más grande con muchísima estabilidad.
En ciudad el motor puede llegar a convertirse en un pequeño problema, porque tienes que llevarlo alto de vueltas para que empuje. El manillar pasa por encima de casi todos los retrovisores, excepto de los todo terrenos más grandes. A esto le unimos un radio de giro muy pequeño y tenemos una moto ratonera que te permite culebrear entre el tráfico sin más problemas que estar pendientes del motor y el embrague. Este último me ha dado una sensación extraña durante toda la prueba. El primer día pensé que tensando un poco el cable se solucionaría, pero lo que necesitaba era precisamente lo contrario, menos tensión, que era imposible por tener las dos puntas con terminal fijo. La sensación era que al soltar del todo la maneta todavía patinaba un poco hasta que alcanzaba las revoluciones de uso.
En su momento os dije que intentaría meterme por alguna senda de las que conozco cerca de casa, pero después de haberlo intentado y reconociendo mis limitaciones en Off Road no puedo ofreceros mas que unas mínimas impresiones. La rueda de21 pulgadas delantera permite dirigir la moto muy bien sea cual sea el terreno. Los recorridos pueden parecer algo escasos pero en ningún momento me llegaron a hacer tope. Aunque imagino que si tienes mas costumbre de conducir en campo y eres capaz de apretarla un poco mas seguro que le encuentras los límites. Yo no pasé en ningún momento de ir tranquilo y despacito para evitar caerme y estropear la moto.
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