En cuanto al equipo de frenos, el enorme disco delantero de 270 milímetros de diámetro se encarga de detener la X-City sin problemas, mientras que el trasero ayuda estabilizar la moto. Además en las frenadas la horquilla delantera hará gala de su rigidez, evitando los clásicos hundimientos.
En general podemos considerar a la X-City como una scooter deportiva a pesar de su aspecto exterior clásico. Es un arma perfecta para los desplazamientos por ciudad, aunque su enérgico motor de 125 centímetros cúbicos nos permitirá movernos por vias interurbanas sin ningún tipo de problema, ya que responde siempre a los movimientos del acelerador, llegando en ocasiones a darnos la sensación de que estamos rodando en una moto de mayor cilindrada.
Su precio de 3.499 euros no es precisamente barato, pero tampoco lo veo desorbitado para la calidad general que transmite la que la pequeña X-City y las prestaciones que ofrece. Es más, sin duda es una de las motos más cómodas y eficaces para los desplazamientos por ciudad, a pesar del inconveniente del pequeño hueco que tiene bajo el asiento.
Además Yamaha ofrece otra versión con motor de 250 centímetros cúbicos para aquellos a los que el 125 se les quede corto, que sinceramente después de haber hecho más de 600 kilómetros a sus mandos considero que serán muy pocos.
El viernes, las conclusiones.
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