Probamos la Triumph Street Twin, la más joven de la gama Modern Classic británica

Año a año, la gama de Triumph sigue creciendo con paso firme y decididos a afirmarse como lo que ya son: una gran marca de motos con mucha historia detrás. Sabedores de que tienen mucho peso en el mercado de las motos de corte clásico han reforzado su apuesta para 2016 y, ya de paso, se han adelantado a las exigencias de la normativa Euro 4.

El principal cambio que desencadena toda la reestructuración de la gama es una nueva familia de propulsores. Los bicilíndricos en paralelo que propulsan a las Triumph Bonneville y Triumph Thruxton ahora cubican 1.200 centímetros cúbicos, y el motor pequeño de 900 cc se utiliza para dar vida a las completamente nuevas Triumph Street Twin. Precisamente ésta jovenzuela últimas será nuestras protagonistas de hoy.

Triumph Street Twin: la Bonneville para todos

Hay ocasiones que es complicado no recurrir a tópicos cuando hablamos de ciertas motos. Este es uno de esos casos. Porque la Triumph ha sabido plasmar de forma magistral en la Street Twin las demandas del mercado.

Los de Hinckley han creado una moto desde cero para rellenar el hueco que quedaba en su gama: el de las clásicas accesibles. Se han sacado de la manga una moto que pueda llevar todo el mundo desde el motero más experimentado hasta el poco experimentado, pasando por el que quiere una moto de corte clásico pero sin renunciar a una estética moderna.

Algunas ideas de personalización para la Triumph Street Twin

Si lo juntamos todo y removemos bien, sale lo que podéis ver en las fotos. Una moto con un aspecto envidiable y que es agradable de conducir en cualquier situación sin miedo a quedarnos cortos en carretera, a estar incómodos en ciudad o a una autonomía escasa. Todo lo contrario.

La línea minimalista conjuga una carrocería que se reduce a lo justo con unos toques de aspecto más contemporáneo. Un depósito de corte clásico, asiento plano y recto, un par de guardabarros y un faro redondo se combinan con las llantas de aleación de 10 radios, el soporte del faro en aluminio o los dos escapes con forma de megáfono.

Como siempre, la parte mecánica es una de las bases estéticas para estas naked británicas, así que su motor pese a estar refrigerado por agua (con un escueto radiador en la parte delantera) mantiene los característicos aletines de refrigeración, las suspensiones convencionales reciben fuelles delante y doble amortiguador detrás y los cuerpos de inyección se ocultan tras unas placas perforadas muy retro.

Eso sí, todo bien ligado con unas combinaciones de colores en las que el negro predomina en todas las piezas mecánicas, el chasis y los periféricos, dejando las notas de color para el depósito y los flancos de las llantas.

Por cierto, que no hemos hablado del nuevo motor. Este nuevo bicilíndrico con calado a 270 grados, ocho válvulas y 900 centímetros cúbicos mejora las cifras de par del modelo saliente. Consigue 80 Nm de par a sólo 3.200 rpm, un 18% más que antes. Veamos cómo se mueve.

Siéntate y déjate llevar

Nada más sentarnos tras el manillar de la Street Twin sentimos una sensación de confianza plena. Llegamos al suelo más que de sobra con los dos pies, podemos ponernos de pie y levantar el trasero del asiento por completo. Además el arco de las piernas es muy estrecho, lo que favorece el gesto cada vez que tenemos que poner un pie en el suelo. Algo muy importante para los conductores con poco tiempo de carnet.

Arrancamos el motor y recorremos los primeros metros con una sonrisa en la cara. El tacto es magnífico. Es suave como pocas motos he probado, se nota una barbaridad el nuevo embrague asistido que se acciona sin realidad casi esfuerzo y el motor no da ni un tirón ni una mala vibración.

Su postura erguida tras el manillar ancho y alto nos da un control total de la dirección. La Triumph Street Twin es una moto muy confiable y benévola que te ofrece ese plus de sensación de seguridad que necesitas cuando estás aprendiendo a ir en una moto grande, o que buscas cuando ya estás de vuelta de todo y quieres algo que casi te permita llevarla con una facilidad extrema.

Por delante de la cerradura de contacto nos encontramos con un cuadro de mandos circular de generosas dimensiones (quizá demasiado para mi gusto). No hay tacómetro, sólo velocímetro y una pantalla digital en su zona inferior con un trip configurable (odómetro total, parcial, reloj, estado del control de tracción... Sí, tiene control de tracción), indicador de marcha engranada y nivel de combustible.

Apretando el ritmo por tramos revirados podemos darnos cuenta de que no está pensada para sacar un lado deportivo que no tiene ni quiere tener. Se aleja de ese concepto y en curva la suspensión trasera empieza a flanear. Tampoco frena de manera contundente, tiene un disco simple de 310 milímetros en el eje delantero. Hace muy bien lo que tiene que hacer, que no es ir fuerte.

Los 55 caballos son más que suficientes para moverse con soltura, pero no hay que buscar estiradas de infarto. Lo mejor de este motor se encuentra en los 80 Nm de par a bajas revoluciones que hacen del bicilíndrico un motor solvente con el que salir airoso de cualquier situación.

El uso de la Triumph Street Twin está enfocado a un buen comportamiento urbano, es una muy buena opción para zambullirnos entre el tráfico en hora punta, llegar a nuestro destino y acaparar unas cuantas miradas. Y si en fin de semana te apetece hacerte un viaje y explorar carreteras desconocidas, ¡adelante!.

Con 12 litros de depósito y un consumo homologado que no llega a los 4 litros a los 100 kilómetros puedes recorrer cientos de kilómetros sin tener que parar a repostar. ¡Es un mechero!. De hecho el consumo que anuncian es un 36% inferior al motor que se utilizaba antes.

En cuanto al precio, no me parece cara para todo lo que ofrece. Son 8.800 euros como punto de partida, pero es una moto que no tiene una competencia demasiado directa en el mercado si pensamos en la larga tradición que tiene detrás, las opciones casi ilimitadas de personalización y lo solvente del conjunto.

No os vayáis muy lejos, porque mañana vamos a ir un paso más allá y nos subiremos a la completamente nueva Triumph Bonneville T120.

Valoración - Triumph Street Twin

Triumph Street Twin - Ficha técnica