La espectacular KTM 790 Duke que debutó en sociedad el pasado otoño en el Salón de Milán era una de las creaciones más esperadas por toda la afición. La visceralidad de su propuesta, el nuevo motor bicilíndrico en paralelo que estrena, su agresividad innata y una parte ciclo de primera acompañada por un gran apartado electrónico nos han hecho babear a muchos.
Tiene grandes cualidades para hacerse un hueco entre las naked medias más excitantes, especialmente después de conocer que su precio (9.689 euros) y la opción de ser limitable (9.389 euros) serán otros grandes reclamos, pero ya hay quien confía en ella como moto de carreras y este 2018 hará su debut en la International Pikes Peak Hill Climb (IPPHC).
Un escalpelo contra 156 curvas y casi 20 km
No será un cualquiera que vaya a pasar el rato a la montaña quien pilote la 790 Duke en la subida más famosa del mundo, será Chris Fillmore. Por si no sabes quién es, se trata del piloto que el año pasado compitió con una KTM 1290 Super Duke R y ganó en la categoría Heavyweight, batiendo el récord ya de paso: 9'49''625.
Este año Fillmore está dispuesto a volver a ganar, y para ello ha elegido la nueva montura austriaca, una moto menos potente pero más ligera, más manejable y más fácil de llevar, pero equipada con plataforma de medición inercial IMU, control de tracción, quickshifter, ABS con frenada en curva y muchos otros gadgets que puede hacer de la 790 Duke la nueva reina de Pikes Peak.
Chasis multitubular de acero acompañado por suspensiones WP y frenos Brembo, además de un completamente nuevo motor LC8c que ofrece 105 cv de serie sin despeinarse se enfrentarán el 24 de junio a las 156 curvas y 19,98 km de recurrido a través de un desnivel de 1.435 metros