Los datos oficiales del primer trimestre de 2015 dicen que en este periodo de tiempo han muerto 248 personas como consecuencia de accidentes de tráfico. Esto supone 28 personas más que el año anterior y sitúa al primer trimestre de 2015 como uno de los peores porcentualmente hablando desde 1989.
La directora de la DGT, Dña. María Seguí ha señalado como principal causa de este repunte en las muertes a la recuperación económica. Según ella esta bonanza ha permitido que más españoles salgan de viaje y por lo tanto se produzcan más situaciones de riesgo en la carretera con final fatal. Aunque estadísticamente este primer trimestre del año está entre los mejores (por pocos muertos en accidente de tráfico) desde 1976. Sólo lo mejoran los primeros trimestres de 2014 con 220 muertos y 2013 con 241 muertos.
Desde el principal partido de la oposición se le ha recordado a la señora Seguí que la recuperación económica no tiene mucho que ver con este repunte de fallecidos, ya que entre 2006 y 2011 se pasó de 2.989 a 1.484 muertos en las carreteras, y en ese periodo de tiempo todavía estábamos en la cresta de la ola del bienestar.
Parece que lo que más ha influido en este repunte es el mal estado de las carreteras por la falta de inversión en mantenimiento de las mismas y la antigüedad del parque móvil español. Lo de que las carreteras están cada vez peor no hace falta que nos lo expliquen a los que las usamos a diario. Sólo los políticos que viven en un mundo distinto al nuestro no se dan cuenta de esto.
Que el parque móvil de España está anticuado tampoco hace falta ser una lumbrera para darse cuenta. Si la gente no tiene dinero para lo más básico ¿cómo esperan que inviertan dinero en comprar un vehículo más nuevo? La única manera de que esto cambie es ofreciendo ayudas a esa compra, y esto en el mundo de la moto es una quimera tan inalcanzable que, si algún día anuncian ayudas para comprar una moto, iremos todos corriendo al calendario a cerciorarnos que no sea el día de los inocentes.
Cualquier muerte por accidente de tráfico siempre es una tragedia. Y que los políticos utilicen algo así como arma arrojadiza para demostrar lo mal que lo hacen los otros, o sus tesis de la recuperación económica, me parece de tan mal gusto como que se rían en mi cara. Creo que la solución que tiene algo así no es posible si no se combate globalmente y se pone remedio a todos los problemas que empeoran el tráfico.
Pero hacer algo así es tan quimérico como lo de las ayudas a la compra de una moto. Así que tendremos que tener mucho cuidado cuando salgamos de viaje (o de paseo) por esas carreteras en pésimo estado de conservación con nuestros vetustos vehículos para no convertirnos en un numero más en una estadística tan aterradora como esta.
Vía | El País
Foto vía Flickr | André Gustavo Stumpf