Entre todas las novedades que han aparecido en el Salón de Milán 2019 hemos visto propuestas que no van a llegar a materializarse como suele pasar en los grandes salones, pero hay otras que sí nos adelantan (aunque no garantizan) la aparición de futuros modelos.
En el stand de Ducati hemos podido ver dos prototipos que la marca ya nos anunció en la premiere celebrada en Rimini, pero de los que sólo nos enseñó un par de bocetos. Son la Scrambler Motard y la Scrambler DesertX.
Más modelos Scrambler, más diversión
Diseñadas por el Centro Stile Ducati, estas dos creaciones son las propuestas de Borgo Panigale para replantear su gama de motos clásicas, abriendo un camino nuevo y aún más excitante entre sus Scrambler. Dos sabores muy distintos para una gama que no para de crecer y cuya última incorporación ha sido la Scrambler Icon Dark, la más asequible de la familia de 800 cc.
La Scrambler DesertX es una nueva vuelta de tuerca a la variante más capaz fuera del asfalto, la Desert Sled. Sobre esta base los italianos han elaborado un nuevo conjunto que bebe las aguas de las motos que en los años 90 corrían el París-Dakar, convirtiéndose en la Scrambler con más carrocería que hayamos visto.
Un gran depósito de combustible que se extiende hacia abajo por los laterales se une con un frontal escueto pero carismático dotado de un doble faro LED. En la parte trasera el asiento es alto y de líneas offroad que se fusiona con unas tapas laterales robustas y que integran un portabultos trasero.
Un giro más que interesante al concepto que, de paso, adopta medidas de llantas de radios para el campo, suspensiones Öhlins de largo recorrido, un escape Termignoni de salida elevada y neumáticos de tacos.
En el otro lado del cuadrilátero la Scrambler Motard también se basa en la Desert Sled y su chasis reforzado, pero con un estilo puramente asfáltico que se inspira en las motos de supermotard que hacían las delicias de los más quemados allá por los años 80.
En su caso la carrocería es más convencional conservando el depósito tradicional aunque algo más esbelto y el asiento corrido, pero se añaden portanúmeros laterales, paramanos y un portanúmeros delantero que integra el faro LED con las formas típicas en X de la Scrambler.
Para la parte ciclo se ha buscado un comportamiento dinámico más extremo así que las llantas son de radios en medidas de 17 pulgadas con suspensiones robustas y de recorrido acortado, además de slicks. Lo que también nos llama la atención es la solución adoptada para el escape. No por el silencioso alto Termignoni que debe sonar a gloria, sino por el colector del cilindro trasero que por primera vez lo vemos salir entre el motor y el basculante en lugar de por el lateral izquierdo.
Sea como sea, la gama de Scrambler Ducati va a crecer, y lo va a hacer en un sentido cada vez más aspiracional y menos racional. ¡Y eso nos encanta!
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