Probamos la Yamaha XSR900 Abarth, una delicia emocionante limitada a 675 unidades
Este 2017 nos está trayendo mucho trabajo, pero hay ciertas oportunidades a las que no podemos negarnos, como por ejemplo probar una de las motos más exclusivas y bonitas de la temporada. Por eso hemos viajado hasta Cerdeña para conocer de primera mano a la Yamaha XSR900 Abarth, una bellísima y atípica motocicleta de la que sólo se fabricarán 695 unidades en colaboración con la marca italiana de deportivos Abarth.
Con 115 caballos de potencia, tres cilindros, una estética café racer impresionante y unos acabados fantásticos, esta XSR900 Abarth intentará hacerse un hueco entre las motos más cotizadas. Y no sólo por ser una moto bonita, que lo es, y mucho, sino porque además es una máquina realmente divertida y emocionante como hemos podido comprobar durante esta toma de contacto.
Yamaha XSR900 Abarth, pasión y carácter café racer
De un primer vistazo a la Yamaha XSR900 Abarth te encuentras con una moto que no es ni mucho menos una moto cualquiera. El pequeño y bajo carenado con cúpula ahumada que enmarca al faro delantero y la tapa del colín traseras le dan un aspecto café racer muy apetecible, especialmente al fijarnos que son elementos fabricados en fibra de carbono vista. En Yamaha no han querido tapar estos elementos para dar un aspecto aún más classy.
Por otro lado, el depósito constituye la otra pieza fundamental de la carrocería. El tanque es el mismo que el empleado en la XSR900 pero recibe ahora un trabajo especial de pintura con los colores de Abart: gris y negro con una franja roja horizontal. Una decoración que enfatiza el carácter más tumbado de esta moto y que denota su exclusividad.
Es bonita, es exclusiva y es refinada, pero lo mejor de la Yamaha XSR900 Abarth es que tiene un comportamiento realmente excitante
No hay tiempo que perder, tenemos los minutos contados y las nubes amenazan lluvia en la costa de Cerdeña así que nos subimos a lomos de esta preciosidad japo-italiana y dentro de la radicalización de la ergonomía con el asiento de nuevo mullido retapizado y los puños colocados infinitamente más abajo que en la moto de la que parte, la verdad es que la postura no es especialmente extrema.
Sí, es cierto que los mandos están varios metros por debajo que el manillar alto de la XSR, pero por compararlo con algo parecido, es bastante más cómoda que la BMW R NineT Racer que probamos hace unas semanas. Las puntas no están cerradas y sigue siendo un manillar ancho aunque tenga la cuna invertida.
Los retrovisores penalizan un poco la nueva postura, así como el cuadro de mandos digital esférico que queda cerca de la cara y en una posición muy baja que nos obligará a apartar la mirada de la carretera. Eso sí, en el interior de la esfera hay información a raudales para lo contenido de su tamaño: revoluciones, velocidad, marcha engranada, trip, selección de modos, consumo, estado del control de tracción, autonomía...
Pero basta de preámbulos que hemos venido hasta aquí para conducir a una moto que invita a ser pilotada como en décadas pasadas.
115 caballos de diversión con mucha clase
El reloj sigue contando y las nubes cada vez son más oscuras, así que rápidamente nos subimos a una de las 695 unidades limitadas y nos disponemos a salir a carretera para engañar al tiempo en sus dos acepciones. El asiento es firme pero no incómodo, tiene bastante anchura y no notamos que haya perdido mullido mientras vamos completamente recostados sobre el largo depósito.
Con las manos bajas y las muñecas un poco abiertas comenzamos a movernos entre las curvas de la costa insular italiana y a cada metro nos damos cuenta de que no es una moto para dejar encerrada en una vitrina. La postura invita a hacer curvas, y cuantas más mejor.
La postura y la estética recuerdan décadas pasadas en contraposición con un rendimiento dinámico totalmente moderno, suave y contundente
Al motor ya lo conocemos, es el mismo tricilíndrico de 847 centímetros cúbicos estrenado en la Yamaha MT-09 de primera generación, pero adaptado a la normativa Euro 4. Sobre el papel sus cifras son más que buenas con 115 cv y 87,5 Nm de par motor, pero en marcha es aún más exquisito.
Nada más arrancar el sonido que emana el escape de doble salida Akrapovic (homologado) nos empieza a hacer cosquillas en la barriguita. Suena ronco y contundente con ese rasgueo propio de los cigüeñales desfasados. Al arrancar todo es suavidad y finura porque empuja muy bien desde bajas vueltas sin tirones incómodos ni baches de potencia, puedes ir a punta de gas en marchas largas y el tricilíndrico ni tose.
Cuando empezamos a abrirnos camino hacia las carreteras de curvas habrá que estar atento. Se puede llevar perfectamente en los diferentes modos de potencia (ECO -automático-, STD, A y B) sin que necesites más o menos en ningún momento, pero si seleccionas el modo A, el más potente, te darás cuenta de que el carácter del propulsor es de todo menos aburrido.
Al igual que pasaba en la MT-09 la transición entre on y off del puño derecho no es todo lo suave que podría ser, un poco brusca, pero precisamente ahí sale relucir el carácter de la SCR900 Abart y donde nos empezamos a divertir. Tendrás que estar un poco atento a lo que haces con la mano derecha puesto que si no tienes tacto con las marchas cortas la rueda delantera tiende a perder contacto con el suelo. Estos 115 caballos empujan más que la media.
Junto con el buen escalonamiento de la caja de cambios con un pedal de recorridos cortos y precisos debemos reconocer también el buen funcionamiento del embrague anti-rebote A&S. En reducciones fuertes, a lo bruto, es capaz de digerir con una finura exquisita la retención manteniendo la rueda delantera con una buena pisada sobre el suelo. Sin rebotes ni brusquedades.
A la hora de echar los frenos, el equipo compuesto por un doble disco delantero de 298 mm mordido por pinzas de cuatro pistones con anclaje radial ofrecen un tacto potente y progresivo. Frenan desde el primer momento y lo hacen con decisión. El freno trasero que resulta un gran apoyo entrando pasado en las curvas, aunque bloquea antes de lo previsto y hace saltar el ABS, al menos sobre un asfalto que no estaba en sus mejores condiciones.
Por 13.199 euros que cuesta la XSR900 Abarth no tendrás una motocicleta barata, pero sí una pieza de coleccionismo que incita a ser disfrutada
El comportamiento en curva es bueno, realmente bueno a decir verdad. Acompañando a la moto con una postura bastante más racing que en la XSR900 normal el resultado es neutro y predecible. Entra por donde quieres, mantiene la trazada y no se menea. La horquilla invertida delantera y el monoamortiguador trasero en consonancia con el chasis de aluminio hacen un trabajo más que correcto del que nos quedamos con ganas de sacar más partido si nos lo hubieran permitido las condiciones climatológicas.
Tuvimos que devolver a la XSR900 Abarth antes de lo que nos hubiera gustado, pero no dudes que volveremos a encontrarnos algún día. Es interesante, divertida, preciosa y relativamente cómoda, así que si se nos presenta la oportunidad nos gustaría pasar el resto de nuestra vida probarla más a fondo para contarte cómo va esta exclusiva Yamaha que tan buen sabor de boca nos ha dejado.
Yamaha XSR900 Abarth - Valoración
8,1
A favor
- Exclusividad
- Estética atractiva
- Conjunto divertido
- Motor emocionante
En contra
- Postura algo incómoda
- Reloj escondido
- Precio
Yamaha XSR900 Abarth 2017 - Ficha técnica
Motor | ||
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Tipo | Tres cilindros, cuatro tiempos, refrigerado por líquido, DOHC | |
Cilindrada | 847 cm³ | |
Diámetro x carrera | 78,0 mm x 59,1 mm | |
Compresión | 11,5 : 1 | |
Potencia máxima | 84,6 kW (115 cv) @ 10.000 rpm | |
Par máximo | 87,5 Nm (8,9 kg-m) @ 8.500 rpm | |
Sistema de lubricación | Cárter húmedo | |
Tipo de embrague | Húmedo, Multidisco | |
Alimentación | Inyección de combustible | |
Sistema de encendido | TCI | |
Sistema de arranque | Eléctrico | |
Sistema de transmisión | Seis velocidades | |
Transmisión final | Cadena | |
Consumo | 5,2 l/100km | |
Emisiones CO2 | 120 g/km | |
Chasis | ||
Tipo | Diamante | |
Sistema de suspensión delantera | Horquilla invertida con regulación | |
Recorrido delantero | 137 mm | |
Sistema de suspensión trasera | Monoamortiguador trasero regulable | |
Recorrido trasero | 130 mm | |
Freno delantero | Doble disco de 298 mm morido por pinzas monobloque de cuatro pistones y anclaje radial | |
Freno trasero | Disco hidráulico único de 245 mm | |
Neumático delantero | 120/70ZR17M/C (58W) | |
Neumático trasero | 180/55ZR17M/C (73W) | |
Dimensiones | ||
Longitud | 2.075 mm | |
Anchura | 815 mm | |
Altura | 1.135 mm | |
Altura del asiento | 830 mm | |
Distancia entre ejes | 1.440 mm | |
Lanzamiento | 25º | |
Avance | 103 mm | |
Distancia mínima al suelo | 135 mm | |
Peso en lleno | 195 kg | |
Depósito | 14 l | |
Precio | 13.199 euros |
Los gastos para acudir a la presentación de la Yamaha XSR900 Abarth han sido asumidos por Yamaha. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas. El equipamiento utilizado durante la prueba ha sido: casco HJC R-PHA 11, cazadora Icon Oildale, pantalones Knox Richmond, camiseta interior Knox Jacob, guantes Icon Retrograde y botas Icon El Bajo