Si hace un par de días veíamos cómo una vez más el hecho de rodar en moto en grupo no da impunidad a nadie y puede acabar con un arresto más violento de la cuenta, aquí te traemos otro de esos casos en los que los americanos montan en moto en manada y las cosas no acaban demasiado bien porque son incapaces de comportarse como personas cívicas.
En este caso una ruta programada y convenientemente escoltada por la policía terminó en un susto más grave de la cuenta, con dos asistentes haciendo lo que no deberían en vía pública y una moto que sale volando en plena calle, lanzando a su piloto por los aires hasta una altura de cuatro metros.
Volar en moto es fácil, si sabes cómo
Los malos hábitos se contagian cuando pasamos de ser personas individuales a vernos protegidos por un grupo de comunes. Por desgracia esta no es la primera vez que vemos cómo lo que debería ser una ruta cívica se convierte en una visita al hospital como consecuencia del comportamiento de unos pocos que luego pagamos todos los moteros.
En esta ocasión dos de estos comportamientos convergieron en el espacio y el tiempo. El conductor de la Suzuki GSX-R750 negra y amarilla decide picar embrague para acelerar y tentar un caballito. Por otro lado un quad se cambia de carril repentinamente, sin mirar.
La Suzuki impacta primero con la rueda delantera contra la rueda trasera izquierda del quad levantando la moto. Luego la rueda trasera de la Gixxer hace lo propio y el vuelo está servido. Moto destrozada, piloto herido y un quad que primero se para y luego, para evitar problemas se marcha sin más.
Tras un generoso vuelo el piloto aterriza sobre sus pies, mal aterrizado por supuesto, dando como resultado la fractura de ambos tobillos y, posiblemente, también la clavícula izquierda dañada.
El problema de los stuntrider en Estados Unidos
Debemos recordar que hace sólo unos meses en Boston una turba de los que se hacen (mal)llamar stuntriders se saldaba con un tramo de autopista cortado, 20 motos incautadas, siete detenidos y tres heridos, incluyendo un herido de bala.
Y es que esta costumbre se está incendiando como la pólvora en Estados Unidos. Debido a la orografía americana los moteros no cuentan con demasiadas carreteras de curvas en las que disfrutar de sus motos, así que optan por costumbres mucho menos razonables como dedicarse a hacer caballitos, drifting, quemar rueda y toda la parafernalia propia de circuitos cerrados al tráfico.
Las autoridades cada vez están más hartas de estos comportamientos, especialmente debido al auge de la delincuencia asociada con estas prácticas. Los stuntriders cada vez utilizan menos motos de gran cilindrada, preparadas, matriculadas y aseguradas para evitar ser localizados o multados; han pasado a utilizar motos de cross, quads o scooter, baratas, fácilmente reemplazables y en muchos casos procedentes de robos.