Pecco Bagnaia no es el gran protagonista de MotoGP. Pese a que es el vigente campeón del mundo y el líder del mundial, los focos de las tertulias, las cámaras y los micrófonos casi nunca apuntan a él. Pasa desapercibido, especialmente cuando gana. Hay quien diría que se le ningunea. Y además cuando pierde siempre hay una nutrida caterva de críticos atizándole.
Bagnaia no es el protagonista de MotoGP, pero hay algo que es innegable: se ha convertido en la referencia. Sin hacer mucho ruido, el antiguo '63' ha pasado a ser la medida de todas las cosas. El piloto al que hay que ganar para ir bien en el mundial. Y los números demuestran que Bagnaia ya es el mejor piloto de MotoGP.
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Desde hace años MotoGP se ha convertido en un campeonato inestable sin una referencia clara. La irregularidad hizo un caos del mundial después de que Marc Márquez se lesionase en 2020 y el cambio de los neumáticos Michelin pillasen a contra corriente a todas las fábricas, equipos y pilotos de MotoGP.
Esa irregularidad fraguó los mundiales de Joan Mir y, en menor medida, de Fabio Quartararo. Pero desde el Gran Premio de Aragón de 2021 hay una nueva referencia en MotoGP: se llama Pecco Bagnaia y siempre está luchando por el podio, aunque, es cierto, todavía se cae más de la cuenta. Pero a velocidad no hay quien le gane.
Aquella tarde de septiembre de 2021 en MotorLand ganó Bagnaia su primera carrera de MotoGP. Quedaban seis para el final de aquella temporada, y de las seis ganó cuatro, en otra acabó tercero y en la restante se cayó cuando iba en cabeza. Sin aquella caída en Misano los números dicen que Bagnaia hubiese sido campeón ya en 2021.
Desde entonces, Bagnaia se ha convertido en la única constante de MotoGP, el piloto que siempre está en la lucha por la victoria. Se han disputado 38 carreras, contando los sprint, desde aquella tarde en MotorLand. Bagnaia ha ganado 17 de ellas, ha estado en el podio en 23 y se ha caído cuando rodaba en posiciones de podio en otras siete.
Es decir, Bagnaia estaba para podio en 30 de esas 38 carreras. Si obviamos Valencia del año pasado, donde le bastaba con llegar a meta para sellar el título y por lo tanto no arriesgó para ser noveno, la última vez que Bagnaia acabó una carrera fuera del podio fue en Portimao de 2022, hace catorce meses.
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— Ducati Corse (@ducaticorse) June 11, 2023
Sí, Bagnaia se sigue cayendo demasiado. No es regular en ese aspecto. Pero sí es regular en el sentido de que es el único piloto sin picos de sierra en su velocidad: siempre está arriba. Mientras que al resto de la parrilla es habitual verles un día luchando por la victoria y al siguiente merodeando el top diez, Bagnaia siempre está arriba, aunque se caiga más de la cuenta.
Y sí, su Ducati Desmosedici GP23 ahora mismo es muy superior a la competencia. Casi de otra categoría. Pero Bagnaia mete en cintura a todos los que llevan su misma montura. Mientras que los Marco Bezzecchi, Enea Bastianini o Jorge Martín intercalan podios con octavas posiciones, Bagnaia siempre conoce el sabor del champán... o de la grava.
Así que, mientras Marc Márquez y Fabio Quartararo no tengan armas para demostrar lo contrario, Bagnaia es el nuevo rey de MotoGP. Y permítanme la licencia de pensar que si algún día la estrella de Honda o la de Yamaha se sube a la Ducati, como mucho irán igual de rápido que Bagnaia. Porque más es casi imposible.