Cuatro de mis días de vacaciones disponibles han sido de nuevo aprovechados al máximo en Alicante, con motivo de las hogueras y las fiestas que a partir de ello se forman. Pero claro, teniendo a Luis de por medio, no podía faltar algún ingrediente relacionado con las motos, y ni corto ni perezoso me contaba que había una salida en Vespa programada para el sábado. Mi primera salida en Vespa de ese estilo, por otra parte.
Como novato en este tipo de salidas, tenía unas expectativas, pero la verdad es que a medida que me iba enterando de lo que íbamos a hacer, suponía que seguramente se superarían con holgura, y empecé a temer mi paso al lado oscuro del scooter, en este caso clásico y producto nacional.
La idea era simple: quedar temprano (relativamente) la mañana del sábado y acercarnos al punto de encuentro de todos los scooteristas de pro más alguno que no era de pro, pero que seguro que también vive la Vespa con la misma intensidad. A ver, lo del scooterista de pro es más bien un término acuñado por este grupo, y que se refiere a los que viven la moto digamos de manera más apasionada. Hay partes más integristas que otras, eso como en todo.
Un ejemplo puede ser Quique, el más veterano de todos, y que aboga por tener las motos originales, tanto mecánicamente como visualmente, polvo y añadidos incluidos. De hecho, y maliciosamente, “recriminaba” a algunos lo limpia y vistosa que tenían sus criaturas. Ni que decir tiene que todo en medio de un ambiente muy relajado y amistoso, claro.
Poco a poco, desayuno mediante en la gasolinera, fueron llegando los convocados, un total de ocho Vespas y dos Lambrettas, a la que luego se uniría la tercera Lambretta, de la que ya os contaré cosas en otra ocasión.
Así reunidos y una vez hechas las presentaciones fuimos saliendo todo el grupo con dirección principal Relleu, donde haríamos un alto en el camino para almorzar tranquilamente (el detalle de la ruta lo podéis ver más abajo). El camino hasta llegar alli me pareció espectacular, claro que yo no conozco el paisaje alicantino igual que lo conocían mis guías, pero de todas maneras me quedé contento de la carretera y de lo que se puede ver.
Más adelante, después de almorzar (pero bien, bien), seguimos el rumbo para pasar por Torremanzanas y bordear Jijona. El tiempo empeoró algo en ese punto, nubes negras y algo más de sensación de frio, pero la carretera seguía siendo una gozada para rodar.
Así, tomándoselo uno con calma, llegamos a Alicante de nuevo, cerrando una ruta que me confesaron que era de aperitivo. De esas rutas para abrir boca. Resultado: volví encantado, y sí, caí en el lado oscuro (pero no hacia las Lambretta, sino hacia las Vespa) y espero que la próxima ruta no sea de aperitivo, sino de plato fuerte.
La anécdota del día sucedió más tarde, después de terminar la ruta y tras comer en uno de los racós que inundaban la ciudad. Decidimos ir a tomar algo fresquito a una heladería, y una vez juntos todos, se arrancaron las motos (que parece que no, pero hacen su ruidico) y salimos en grupo (a Alberto le dio tiempo a cambiar una bujía en menos de lo que tarda un semáforo en cambiar).
Cual es la sorpresa general que al acercarnos a un cruce en donde había dos locales (policias) uno de ellos señala expresamente al tercero de la fila, con su Lambretta, y le ordena que se retire a un lado. Algo bastante raro, la verdad. El policía insiste y todos nos acercamos algo alarmados, ¿qué pasará? Además de que el policía mantuvo esa cara (la de policía) todo el tiempo.
Luis se acercó un poquito más y con un correcto "¿Sucede algo, agente?" se encontró de bruces con un "No, nada, que yo también tengo una moto de esas y no tengo contacto para entrar en un club, a ver si tenéis algún teléfono, o así...". Menudo susto que nos diste, majo, ¡para otra vez alegra esa cara! La verdad es que después de eso nos relajamos, hasta reimos un poquillo, y ya el hombre se relajó y nos deseó buen viaje y demás. Seguramente lo veamos más veces, eso sí, sin uniforme y con una "moto de esas".
Qué cosas pasan en Alicante...
Nota: ese casco amarillo de Bultaco, es mio. Si queréis le hago más foticos, que es un casco realmente chulo... Lo digo ya que no puedo fardar de Vespa, ¡de momento!