Alan Bernard es el dueño del taller Santiago Chopper, situado en Tampa (Florida) y que entre otras cosas se dedica a construir trikes, choppers y café racers. A apenas diez minutos vive Eric Runyon, un fotógrafo profesional de motocicletas, coches y casi cualquier cosa con ruedas y motor. Éste último fue quien, hace casi un año decidió compartir con el mundo todo aquello que capturaba con su cámara, compartiendo las obras de arte que veía prácticamente a diario. Así, Eric dio el primer paso mostrándonos la moto que Alan construyó prácticamente de la nada.
Fue un seguidor del movimiento rocker que hace años claudicó y fue esa afición la que le animó a comenzar con la construcción de una moto que le hiciera disfrutar de la conducción antes de que la edad se lo impidiera.
Pero remontémonos años atrás, a los tiempos de las deportivas bifaro con frontales cuadriculados. Alan Bernard, que por su apellido ya intuiréis su origen francés, estaba en Florida de vacaciones acompañado de su moto hasta que un conductor borracho con un coche en sus manos se lo llevó por delante. Pero lejos de salir escopeteado del país, mientras estaba ingresado este hombre optó por quedarse en Florida y poner las bases de la empresa Santiago Choppers donde comenzó sus primeros proyectos.
¿Por dónde empezar? Escogió un alma para su querida moto definitiva. Se desentendió de gastar grandes sumas de dinero en comprar lo mejor de lo mejor y fue directamente a buscar el motor de la moto que le enamoró desde el primer día que la vio en un escaparate cuando era prácticamente un niño; la Kawasaki Z900. La superbike de los 70 capaz de pasar de los 190km/h.
La base de toda moto, desde la que parte todo, es su chasis. De todos los disponibles a lo largo y ancho de Estados Unidos ninguno le convencía y su búsqueda saltó a Europa, donde fue a topar con el fabricante de chasis Georges Martin, un excelente mecánico que se dedica a esto desde 1972. Poco tiempo después habría conseguido esa brillante pieza metálica que necesitaba para encajar la fábrica de sensaciones a la que llamamos motor. En vías de poder disfrutar todo lo que estaba montando Alan no dudó en agenciarse el eje delantero al completo y basculante de una Suzuki GSXR del 2007, horquillas, frenos, llantas… es, en palabras de Bernard, una mezcla entre el pasado y el futuro.
El depósito no es considerado un depósito que lo único que tiene que hacer es almacenar gasolina, sino que junto con el asiento-colín debe formar un carenado entero, debe dar la forma al –precioso eso sí– amasijo de hierros que se ve sin él. Con la decoración adecuada las curvas encajaron como un guante en el chasis, que para algo fueron pensados y diseñados a la vez. El resultado fue sencillamente increíble.
Una vez disfrutado con su construcción, con su desarrollo y sobre todo conduciéndola Alan quiso donar la moto a una subasta para ayudar a los niños enfermos de cáncer. Chicos y chicas que aparte de ver mejorada sus instalaciones disfrutaron de un día distinto al resto, aires frescos para animar a quien más lo necesita.
Por último, os dejo el reportaje que realizó el canal Discovery con el proyecto. Lo he querido dejar para el final para poder dedicar el espacio a las fotos de esta belleza. Disfruten.
Fotos vía | Choppershotz
Vídeo | Youtube parte uno, parte dos, parte tres
Más información | Santiago Chopper