Suzuki Gladius 650, la prueba (2/4)

Suzuki Gladius 650, la prueba (2/4)
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Después de analizar con detalle todos los aspectos exteriores de la Suzuki Gladius 650, toca el momento de subirse a la bicilindrica de Hamamatsu. La comodidad de los pasajeros debía ser una de las premisas a la hora de diseñar la moto, y la verdad que han logrado una nota muy alta en este aspecto.

En cuanto nos sentamos sobre su mullido asiento de una pieza para ambos pasajeros, nos damos cuenta de que nuestro “trasero” no va a sufrir en absoluto. El asiento es cómodo y amplio para dos pasajeros y además está a 785 milímetros del suelo, una altura que permite llegar con los dos pies al suelo sin problema para una persona de talla media (1,75) como yo.

Suzuki Gladius

Para algunos, puede resultar incluso demasiado bajo este asiento y por eso Suzuki ofrece en opción otro más alto por un precio de 56,14 euros.

El manillar es ancho y está bastante retrasado, de forma que no es necesario inclinarse hacia delante para alcanzarlo con facilidad. Su anchura permite además circular entre coches con comodidad y sin tener que estar midiéndose constantemente para no golpear con los espejos retrovisores.

Para completar una posición de conducción de lo más cómoda, las estriberas están bastante arriba y en una posición natural. Creo que cualquiera que se siente por primera vez en la Suzuki Gladius 650 encontrará la posición de las estriberas sin ningún tipo de problema.

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Suspensiones y frenos en la Suzuki Gladius 650

Las suspensiones suelen ser el “punto flaco” en las naked económicas. Recuerdo que en mi Suzuki SV650S de primera generación, las suspensiones parecían mantequilla y no había forma de regularlas, aunque también he de reconocer que así se aprende mejor a trazar las curvas con esos “pequeños sustos” que provocan las suspensiones blandas.

Pero lo cierto es que en la Suzuki Gladius 650, las suspensiones no son precisamente “pata negra” pero cumplen bien con su función. La horquilla delantera convencional de 41 milímetros de diámetro y el amortiguador trasero son regulables en precarga del muelle.

Aunque no son precisamente las mejores suspensiones para rodar fuerte, lo cierto es que tampoco se hunden demasiado cuando entramos fuertes en las curvas y lo más importante de todo, con ellas se consigue un compromiso muy bueno entre confort y prestaciones en curvas.

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En el apartado de frenos, la Suzuki Gladius 650 cuenta con dos discos delanteros de 290 milímetros de diámetro y doble pistón y un disco trasero de un solo pistón. El tacto de los frenos es realmente bueno y desde el primer momento coges confianza a la hora de detener la moto.

Además opcionalmente la Suzuki Gladius 650 puede incorporar sistema ABS, con lo que mejora considerablemente los índices de seguridad.

Cuadro de instrumentos en la Suzuki Gladius 650

El cuadro de instrumentos de la Suzuki Gladius 650 es de lo más completo y se divide en dos partes claramente diferenciadas. Por un lado está el tacómetro analógico dónde se indican las revoluciones del motor, con el corte situado en 10.500 RPM.

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Este tacómetro analógico se combina con una parte digital que incluye un indicador de la marcha que llevamos engranada, velocidad a la que circulamos, hora, kilómetros totales y parciales, y los clásicos indicadores de reserva de combustible, intermitencia y punto muerto.

Me gustó del cuadro de instrumentos su disposición y la facilidad de lectura. Basta con desviar un poco la vista de la carretera para tener toda la información necesaria tanto del estado de la moto como de cómo estamos circulando.

Por tanto podemos decir que la Suzuki Gladius 650 poco tiene que envidiar a nivel estético, de equipamiento y componentes a muchas otras motos más caras que ella en su mismo segmento.

Mañana os contamos como se comporta la Suzuki Gladius 650 en marcha y vemos si dinámicamente se encuentra a la misma altura que el resto del conjunto.

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