Mi primera "moto grande" fue una Suzuki SV650S cuando solo tenía 18 años. Ahora, nueve años más tarde me ha vuelto a reencontrar con el motor bicilindrico de 650 c.c que llevaba esa moto, con ligeras modificaciones y montado en una Suzuki Gladius 650, el último modelo lanzado al mercado por Suzuki con intención de hacerse un hueco entre las naked más económicas.
La Suzuki Gladius 650 es sin lugar a dudas la moto con la que los diseñadores de Hamamatsu más han afilado el lápiz a la hora de diseñarla. Es atractiva, actual y puede gustar a un espectro de clientes muy diferente. En su diseño se ha cuidado hasta el más mínimo detalle y eso suele dar buenos resultados.
Conozcamos más en profundidad todos los detalles de la Suzuki Gladius 650...
Estilo naked para la Suzuki Gladius 650
Estéticamente, la Suzuki Gladius 650 es la naked más tradicional de la gama Suzuki, sin menospreciar a las Bandit y GS500. La Gladius 650 se diferencia de estas dos hermanas de gama en que incorpora un vistoso chasis multitubular y eso la hace si cabe más auténtica.
La óptica delantera, aunque no es completamente redonda, si que tiene líneas circulares, un poco ovalada hacia abajo. Me recuerda en parte a la de las MV Agusta Brutale. En la parte de arriba de la óptica, dos pequeñas piezas de plástico plateado conforman su aspecto definitivo.
Encima de la óptica está el cuadro de instrumentos, que no lleva ningún tipo de cúpula ni para protegerlo de las inclemencias del tiempo ni para desviar el aire hacia arriba. No lo echo en falta y creo que una pieza así rompería un poco la estética de la moto, actual pero clásica al mismo tiempo.
El depósito de combustible destaca por sus líneas redondeadas y por fluir en una sola pieza hacia la parte de abajo del asiento. Ahí es dónde acaba la "carrocería" de la Gladius, ya que en la parte trasera solo encontramos las asas para el pasajero (muy útiles) y la trasera acaba directamente con la luz de freno y el portamatrículas que sale desde la parte final del asiento.
La Gladius está disponible con una completa gama bicolor que le permite adaptarse de forma camaleónica a los gustos de casi cualquier usuario. La unidad de pruebas que nos dejó el Concesionario Ponte Motos de Vigo era de color blanco perla combinado con un rojo que tiraba bastante al malva.
Es una configuración bonita, pero para los que no les convenza, hay otras tres: azul y blanco con el chasis pintado en azul, verde lima y negro y por último una versión completamente negra en la que hasta el chasis va pintado en gris plomo muy oscuro.
La configuración blanca y roja incluye el chasis multitubular pintado en un tono dorado muy suave, el mismo que llevan las llantas de aleación. Todos estos colores combinados con el negro de las barras de la horquilla y el basculante trasero en el mismo color, crean un conjunto que entra por la vista o al menos así lo ha hecho conmigo. Pero ahí no acaba todo...
Mr. Nimomiya, encargado del diseño de la Suzuki Gladius 650 tuvo claro desde el principio que la moto no debía tener un aspecto intimidatorio y debía reflejar la compacidad que realmente tienen sus formas. Por ahora lo había logrado con la carrocería pero ahora llegaba el momento de aplicar estas directrices a elementos mecánicos, si cabe más complicado.
Uno de los más importantes es el escape. El original se ha diseñado con forma cónica, saliendo por el lado derecho de la moto al estilo que marcan las MotoGP de hoy en día. La unidad de pruebas llevaba el opcional firmado por Yoshimura, más pequeño y estilizado pero que comparte formas con el original. Con este, que cuesta 564,45 euros, además de reducir el peso del conjunto en dos kilos, conseguimos un sonido más auténtico y discreto al mismo tiempo.
El otro accesorio que equipaba la moto de Ponte Motos era la quilla que cuesta 226,24 euros. Es el único toque un poco más radical que podemos encontrar en la Gladius, el único elemento que nos hace pensar en las Streetfighter y la verdad que no queda precisamente mal...
Mañana continuamos con la segunda parte...