Cuando salieron las primeras imágenes de la Ducati Diavel un servidor pensó que los diseñadores e ingenieros de la marca de Borgo Panigale tuvieron una mala noche con el “Limoncello” italiano. Aunque si después uno se para a pensar se da cuenta que Ducati es mucho Ducati y saben perfectamente lo que se hacen. De hecho, la expresión que podríamos usar sería que Ducati ha hecho un pacto con el mismísimo diablo para conseguir unir diseño y tecnología en una moto cruiser manejable como ninguna.
Sincerándome un poco tengo que decir que era la primera vez que asistía a un evento de tal magnitud. Había probado motos, casi siempre en un circuito, pero nunca antes había hecho ninguna prueba oficial organizada por ninguna marca así que este era mi primer acto como probador.
Y claro, si a mí todo lo que esté relacionado con subirse a una moto y dar gas ya me vuelve loco, imaginaros si lo envolvemos en un entorno idílico y un trato sublime por parte de todo el equipo de Ducati desplazado al evento.
Un evento que se desenvolvió en el marco del fantástico pueblo de Sitges, cerca de Barcelona, tocando al mar y bajo un sol que nos hizo creer que la primavera ya había pasado. Y yo allí, a las nueve en punto clavadito, salvaguardando la distancia con esa nueva criatura de Ducati que parecía ser una béstia difícil de domar la cual no me iba a echar una mano para que mi primera prueba fuese, por lo menos, digna.
Primero de todo, la charla previa. Pablo Silván, jefe de ventas de Ducati Ibérica, nos mostró los detalles técnicos y “artísticos” de la Ducati Diavel:
Con esta moto, Ducati tiene un objetivo muy claro de cara a su consumidor. En primer lugar, acercarse al público menos racing y menos deportivo, con una motocicleta pensada para disfrutar y para viajar, para sentir y para controlar la situación en todo momento. Por otro lugar, no perder el espíritu Ducati, aquel espíritu que hace de una Ducati una moto única. Con su motor Testastretta ’11 sacado directamente de la Ducati Multistrada este nuevo concepto mantiene las mismas sensaciones que una moto deportiva.
Y eso, como fuimos comprobando a lo largo de la explicación es algo lógico y a la vez complejo de conseguir. Lógico porque destacan, en el apartado técnico, los tres niveles de conducción que podemos seleccionar según nuestro nivel de pilotaje, situación atmosférica o tipo de carretera. Y complejo porque no es fácil dotar a una motocicleta de una parte ciclo capaz de adaptarse a tantos tipos de conducción.
Estéticamente podemos decir que es una Ducati, sin lugar a dudas. No creo que ningun fabricante se atreviera a hacer una moto custom siguiendo las líneas que la marca italiana ha trazado para crear la Ducati Diavel y que siguen el patrón de toda su gama de modelos. Chasis multitubular, basculante monobrazo y un motor bicilíndrico en L mantienen la filosofía de la marca mientras que la horquilla adelantada y larga, el colín reducido y el depósito junto a las gigantes tomas de aire bien acoplado a la estética general de la moto, convierten a esta Ducati en un diablo de 162 CV con un aire custom diferente a lo visto hasta el momento.
Algo muy destacable que hay que remarcar es el cuadro de instrumentación. Completamente nuevo y revolucionario dispone de dos pantallas separadas. La primera se encuentra centrada justo entre el depósito y el manillar y nos lo marca absolutamente todo menos el nivel de gasolina, algo que le resta puntos, puesto que en el nivel técnico que estamos no se puede eliminar un indicador tan útil. La segunda pantalla es la que requiere una mención especial: es una pantalla TFT a todo color, lo cual nunca lo habíamos visto antes en una moto. Está situada encima del depósito que nos permite ver el maping del motor que llevamos de los tres a escoger entre Urban, Touring y Sport. Además, también nos muestra el nivel de control de tracción que llevamos en cada modo siendo DTC 05, DTC 03 y DTC 01 respectivamente.
Si hablamos del motor hablamos de la parte más deportiva de esta Ducati. Dotada de un motor de 1.198cc, heredado de la Ducati Multistrada, que proporciona una potencia de 162CV a un régimen máximo de 11.000 rpm. Para hacernos una idea de la potencia de este motor adaptado a una moto custom hay que fijarse en la aceleración de 0 a 100 Km/h: ¡2,6 segundos! ¡Un trueno! Solo deciros que desde las últimas 24h de Montmeló en julio de 2010 no me había subido a una moto de más de 150cc y en dos horas y media de prueba poco le faltaron a mis manos para que les salieran llagas.
La otra gran característica de la Ducati Diavel: su espectacular neumático trasero de 240. Único en su especie y fabricado por Pirelli exclusivamente para la muscle italiana. Por las explicaciones que nos impartieron, se hicieron varias pruebas para comprobar distintos neumáticos y medidas. Lógicamente, al ser una custom de estilo muscle bike, no podía llevar un neumático standard de 180 con lo que Pirelli y Ducati empezaron ha probar la medida 240 con llantas de 16, 17 y 18 pulgadas. Cambiaron varias veces de carcasas para encontrar la dureza adecuada y finalmente, dieron con el neumático de 240 en llanta de 17 pulgadas y con una carcasa que permite un desgaste óptimo para tanta potencia a la vez que nos ofrece un agarre realmente espectacular. Y de girar ya os digo yo que gira, por muy ancho que sea.
Ya para finalizar, la Ducati Diavel se sirve en tres versiones:
- Ducati Diavel Black – 16.995 €
- Ducati Diavel Carbon – 19.995 €
- Ducati Diavel Carbon Red – 20.595 €
Llegados a este punto estáis como estaba yo…..babeando por probarla. Así que mañana vamos a contaros qué tal se comporta este trueno en un entorno más urbano para testar qué tal van esos modos Urban y Turing en una custom tan manejable.
Fotos | Ducati Press y Motorpasión Moto
En Motorpasión Moto | Ducati Diavel: Mi idea inicial cambia por completo