Hace ya casi un mes que mi compañero Morrillu hizo una extensa prueba sobre la BMW F800 GS Adventure, a la que a parte de analizar en cuatro partes como solemos acostumbrar en Motorpasión Moto también se hizo un desglose bastante minucioso sobre un viaje de aproximadamente 2.500 kilómetros.
Tal y como él decía en la parte final, quedaba pendiente ver cómo se desenvuelve la pequeña de las Adventure en zonas no pavimentadas para las que en un principio está completamente pensada ésta moto. Así que ahora que ha llegado el otoño acompañado de las primeras lluvias qué mejor que ponernos la ropa de los domingos para salir a pisar algunos charcos.
BMW F800 GS Adventure: grande pero solvente
Vale, sí. Lo confieso, cuando recogí la BMW F800 GS Adventure me sorprendió su envergadura. Anteriormente había probado la F800 GS a secas pero el mayor recorrido de las suspensiones, las defensas y los plásticos de nuevo diseño hacen que la Adventure parezca la prima de Zumosol. Inmediatamente la pregunta fue cómo me las iba a apañar yo para mover semejante bicho en entornos ligeramente hostiles para vehículos de dos ruedas.
En cierto modo me sentía un piojo subido a ella mientras que parecía hecha para la talla de Morrillu, pero el diseño ergonómico y la dulzura tanto de los mandos como de sus reacciones pronto me hicieron creer que estaba sobre una moto que ya conocía. Así que en cuanto pude me hice con un hueco, me vestí de romano y puse rumbo a cualquier lugar que no tuviera asfalto.
Pese a su tamaño y peso no se queja circulando a ritmo tranquilo por pistas, digiere bien los baches sin descomponerse ni hacer meneos extraños y mientras vayamos de paseo podremos hacerlo con garantías de que circularemos con seguridad. Pero como es de esperar no todo van a ser tranquilas excursiones para avistamientos ornitológicos (afición muy respetable, por cierto), hay que buscar las cosquillas y levantar un poco de polvo.
Lo primero de todo que tendréis que hacer, y os lo recomiendo encarecidamente, es que con un simple destornillador quitéis los suplementos de goma de las estriberas y dejéis el metal a pelo como llevan las motos de cross y enduro, si no lo hacéis os aseguro que a poco que toque pasar por zonas complicadas o húmedas algún pie se os escapará de su sitio.
Hablando de los pies, con las botas de cross puestas sería aconsejable cambiar la posición de la palanca de cambio porque no me entraba de forma cómoda debajo para subir marchas y tenía que forzar la postura.
Una vez sobre lo marrón tanto el reglaje normal del control de tracción como del ABS son insufribles y hasta llegan a ser peligrosos. Si necesitas empuje en una subida o mantener el gas en zonas pedregosas tener al control de tracción cortando de forma tan abrupta y prolongada deja la moto muerta mucho más tiempo del necesario, y con el ABS pasa tres cuartos de lo mismo porque es imposible que en frenada no deslicen las ruedas y el ABS prolonga las detenciones hasta el infinito.
Un gran problema que contribuye a todo esto es el neumático escogido. Los Pirelli Scorpion tienen unas aptitudes offroad realmente escasas, hasta el punto de hacer patinar la rueda trasera en reducciones a ritmo muy tranquilo.
Pero no os preocupéis, que la cosa cambia de manera radical cuando con el botón Mode seleccionamos la configuración Enduro y mientras ésta parpadea en el display apretamos el embrague para que el carácter de la BMW F 800 GS Adventure cambie por completo.
BMW F800 GS Adventure: llega lejos y cansa poco
Ahora, gracias a la gestión del modo Enduro el carácter de la moto cambia por completo. El control de tracción ahora permite empujar con fuerza a la BMW F 800 GS Adventure y, aunque perderemos agarre pronto por culpa de unos neumáticos sin taco el, nos permitirá acelerar con contundencia mientras el deslizamiento se mantiene a ralla de forma controlada pero bastante permisiva. De hecho es posible que hasta a usuarios con poca experiencia les pueda intimidar porque la moto aunque sea poco, se cruza y hay que compensar con el cuerpo.
El ABS mejora mucho también pero se queda un paso por detrás del apartado anterior. Aunque es un punto a favor en cuestiones de seguridad para frenadas contundentes hay muchos casos en los que necesitas ese extra de mala uva para hacer girar la moto en un ángulo muy cerrado. La actuación sobre el freno delantero aunque se hace notar no interfiere en exceso y evitará que perdamos la rueda anterior, pero soy de la opinión de que el ABS trasero debería ser desconectable por separado para poder hacer derrapar la moto a placer.
Ambos dispositivos son desconectables al 100%, pero tampoco lo veo necesario. Sólo echaremos de menos la ausencia de ambos en circunstancias para las que creo que la BMW F 800 GS Adventure no está pensada, y si hay alguien que sigue pensando así le diré que posiblemente ésta no sea su moto.
En lo que a manejabilidad se refiere si no perdemos el norte hay que decir que es muy buena. Cruzando zonas complicadas, de pie, y a una velocidad muy baja mantiene la compostura gracias a un balance de pesos muy equilibrado y una ergonomía que casi te obliga a mantener el control de la moto en todo momento. El ancho manillar lleva las manos a un punto perfecto para ejercer palanca y las piernas en todo momento tienen una zona adecuada para hacer presión y mantenernos firmes.
Aunque llevásemos las maletas puestas y el depósito vaya entre ellas y por debajo del asiento no echaba de menos tener una trasera más ligera, ni la dirección se quedaba suelta en aceleraciones o pasando baches. El compromiso que han conseguido en BMW al hacer ésta pequeña Adventure es loable y sólo pediría, con mucha insistencia, unos neumáticos de corte realmente trail, con algo de taco aunque fuera poco, para pasarlo realmente bien más allá de los límites convencionales del asfalto.
Así que si lo que quieres es una moto ligera, que levante más terruños de los que es capaz de avanzar, o que puedas girar en redondo a base de freno trasero es posible que estés ante una disciplina que no es el trail. Si por lo contrario quieres una moto capaz de acompañarte a diario con la seguridad de que al acabar tu jornada puedas colgar el traje y la corbata para irte a cruzar Marruecos por el desierto es probable que la BMW F 800 GS Adventure sea una de las mejores elecciones.
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