Ya sabéis que de vez en cuando, trato de mostraros a través de estas páginas situaciones o lugares que he descubierto y que se salen fuera de lo común. Puedo quedarme impresionado con la historia de un taller de motos, con el duende que hay tras una campanilla, o con la belleza y elegancia de una gasolinera. En esta ocasión no quería dejar pasar la oportunidad de mostraros el Resotel. Efectivamente estoy hablando de un hotel en los Villares de la Reina, Salamanca que rezuma, motor, velocidad, motos, Fórmula 1 y lo más importante, pasión y un gusto exquisito por las cosas bien hechas.
Y sin duda, si lo primero que te encuentras al acceder a la recepción es toda una pared decorada con innumerables fotos, con las que estaría entretenido un buen rato examinando cada una de ellas, presididas por un gran cartel de neón donde puedes leer la siguiente leyenda de Mario Andretti: “Si todo está bajo control, es que no vas lo suficientemente rápido” ya te puedes hacer una idea que nada más cruzar la puerta vas a estar en un Hotel muy especial.
A estas alturas seguro que ya alguno está pensando que con el nombre de Resotel y la decoración que podéis ver en las fotos donde predomina el naranja, blanco y azul, estamos hablando de un establecimiento que pertenece a Repsol. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque bien es cierto que parte de su ADN está inspirado en la petrolera. Es un Hotel creado y construido por un valiente empresario que en estos tiempos que corren ha tenido el arrojo de crear algo único, diferente y especial.
Vais a ser unos de los primeros en poder ver por dentro este templo del motor, donde tras quedarnos mirando un buen rato la impresionante mesa de cristal hecha con el gran y reluciente bloque de motor de doce cilindros, dejamos de lado el elegante ascensor para subir por las escaleras a los pisos de las habitaciones y así no perder detalle. A cada paso alguna sorpresa nos aguarda y en cada uno de los descansillos de las escaleras, podemos encontrarnos desde un surtidor de gasolina, pasando por un enorme cartel de Pegaso, o el que sin duda es uno de mis detalles favoritos ya llegando a la planta noble.
Una Bultaco Frontera, en perfecto estado de uso. Pero no penséis que es de esas motos de exposición que se encuentran restauradas de manera que casi están en mejor estado que cuando salieron de la fábrica. Según nos cuentan, la moto se arrancó la última vez para posteriormente colgarla de esa pared. Otro impresionante letrero de neón con una de mis frases favoritas “Four wheels move the body. Two wheels move the soul” no hacen más que recordar que estamos en un lugar cuanto menos, diferente.
La decoración de los pasillos, las puertas, los colores, incluso la tipografía del número que anuncia en que habitación te encuentras, todo tiene el sabor y recuerdos del mundo del motor. Habitaciones de blanco inmaculado, con mesillas luminosas, percheros de acero, sillas y lámparas de diseño. Acogedoras estancias donde poder descansar después de una larga ruta. Y si eres de esos que solo quieres lo mejor, pasa a la Suite. Si no quedas impresionado simplemente con el cuarto de baño, espera a que salga la televisión de la espectacular cama de cuero blanco.
Como todo está lleno de detalles antes de salir a contemplar el bonito edificio de acero y cristal que alberga el Repsotel, no podía faltar un recuerdo para otro de los grandes, con vela y virgen incluida para Michael Schumacher.
Si tienes ocasión, no lo dudes y programa tus rutas para poder alojarte en él.
Más información | Resotel