historias moteras

Hay historias que merece la pena conocer, y que son fruto de la más pura casualidad. Que se lo digan a John Penton. Su historia empezó con un cariz triste, pero acabó con una marca de motos muy importante respaldándole: BMW.

Cuando un joven Adrian Newey (sí, el ingeniero de la F1) visitó las fábricas de estas icónicas marcas durante su formación en el Ordinary National Diploma (OND), descubrió una realidad muy diferente. Esta es su historia.

El protagonista se llama Nick Sanders, y ostenta el récord de dar la vuelta al mundo en 19 días. ¿La moto? Ya te lo puedes imaginar: una RR, una Yamaha R1.

La historia de un terremoto, una Harley-Davidson a la deriva y un reencuentro épico.

Sacarse el carnet con 70 años está bien, pero restaurar la moto de tu padre, otro nivel.

Tan surrealistas como eficientes hace casi 100 años.

El que la sigue la consigue.

Pequeñas cilindradas, grandes historias, como la de ir en Vespino hasta el desierto marroquí.

Una historia motera de mucho amor: del altar al manillar, literalmente.

La historia de un verdadero y pasional amor por las motos.

Hay historias épicas, y luego está este viaje de autodescubrimiento y 5.000 kilómetros en moto por la desconocida Irán.

El inesperado uso de las Game Boy en los talleres de motos.

La historia de resiliencia de esta leyenda de las motos que sufrió un ictus en 2023 y que en 2024 volverá a subirse a una CBR.

Este hijo cuyo padre era motero de pura cepa, no sabía lo que tenía entre manos.

Sin patrocinadores, en la categoría más difícil y con una moto de segunda mano.