Kenan Sofuoglu: el rey de Supersport que triunfó por encima de las tragedias
Este fin de semana ha dicho adiós al Campeonato del Mundo de Supersport uno de los grandes pilotos que ha dado la categoría: Kenan Sofuoglu. Aunque probó suerte en otras clases, lo cierto es que el turco siempre ha recordado mucho a esos pilotos clásicos, de antaño, que se especializaban en una categoría y pasaban en ella toda su vida profesional.
Para ser sinceros, no le ha ido nada mal. Sofuoglu ha ganado cinco títulos, convirtiéndose en el piloto con más coronas dentro de todas las categorías del Campeonato del Mundo de Superbikes. Y todo ello retirándose con sólo 33 años, en una vida entera dedicada al motociclismo.
Una vida llena de golpes fuera de los circuitos
Aunque Kenan Sofuoglu despide su carrera abruptamente debido a la lesión que sufrió en su pelvis a final de la pasada temporada, lo cierto es que las peores heridas son las que ha padecido en su vida personal. El ya ex piloto se ha tenido que enfrentar a la muerte de varios de sus seres queridos sin dejar de lado sus obligaciones como piloto.
De una familia en la que eran tres hermanos pilotos en Turquía, sus padres decidieron enviarle a él a Europa por ser el más pequeño y, por tanto, el que creían que tenía más opciones. Comenzó así en la Copa Yamaha de Alemania, pagando 12.000 euros y viviendo solo en un continente totalmente diferente al suyo.
Sofuoglu sabe lo que es perder a sus dos hermanos, su padre y su hijo
Su familia recibía muchas críticas por lo peligroso de la profesión de los hijos, hasta que su hermano mayor, Bahattin, acabó muriendo tras un atropello de un coche cuando iba por la calle. Ahí vieron que, pese a los riesgos de las motos y los circuitos, la muerte podía encontrarles en cualquier otro sitio y les dejaron tranquilos.
Su otro hermano, Sinan, falleció en los entrenamientos del nacional turco mientras Sofuoglu estaba también inmerso en la competición. Era 2008 y él se encontraba en Monza en pleno fin de semana de carreras del Campeonato del Mundo de Superbikes. Un punto de inflexión en su vida en el que pensó en dejar las carreras pero su familia, y especialmente su padre, le animaron para continuar.
Las dudas llegaron de nuevo en 2011, a punto de comenzar la temporada de Moto2 en el Campeonato del Mundo de MotoGP, con el fallecimiento de su progenitor. El turco asegura que si no hubiera tenido un contrato ya firmado no hubiera competido, porque su padre era un pilar fundamental para él. Un año que pasó totalmente desmotivado y sin ganas de continuar.
Por si fuera poco, hace menos de tres años tuvo que enfrentarse al que dicen que es uno de los mayores dolores del mundo: la muerte de un hijo. El bebé de sólo cuatro meses tenía una enfermedad que le hizo pasar por cuidados intensivos para, finalmente, fallecer. Durante todo el proceso, y por petición expresa de su familia, Sofuoglu siguió compitiendo en Supersport, mostrando un pundonor desmesurado.
Los circuitos y la competición, su mejor medicina
Todas esas experiencias sirvieron al piloto de Akyazi para convertirse en un luchador nato, incapaz de rendirse y de conformarse y, sobre todo, teniendo muy en cuenta siempre la opinión de su familia. Como ha sido el caso en su retiro y en la misma despedida en la que finalmente no salió a pista este pasado fin de semana.
Su estreno en el mundial de Supersport llegó en 2003, a lomos de una Yamaha YZF R6, participando en las citas de Valencia, Oschersleben y Magny-Cours. Sería el escaparate perfecto para que, al año siguiente, tuviera la oportunidad de embarcarse en la categoría de Superstock 1000, en la que estuvo dos años, consiguiendo quedar tercero y segundo respectivamente.
En 2006 volvería a Supersport de la mano de Honda para disputar su primera temporada completa en la categoría. Un año de aprendizaje en el que quedó en tercera posición para, en la siguiente campaña, hacerse con su primera corona en el mundial. Le sacó nada más y nada menos que 143 puntos de ventaja (sumó 276) al segundo clasificado, Broc Parkes. El turco se proclamó campeón tras conseguir doce podios en las trece carreras de la temporada, con nueve victorias totales.
En 2007 consigue su primer título con el HANNspree Ten Kate Honda
Tras su gran triunfo en 2007, su equipo decide probar suerte con Sofuoglu en la máxima categoría del campeonato, en Superbikes. pero la falta de adaptación y la pérdida de su hermano hicieron que no cuajara en esa cilindrada. Deciden darle la oportunidad de disputar la última carrera, en Portugal, de nuevo en Supersport y entonces Kenan se lleva la victoria.
Ese resultado les lleva a decidir que antes de tener a un piloto frustrado en una categoría que no es la suya prefieren que siga cosechando éxitos en Supersport. La historia se repite: en 2009 consigue quedar tercero en la general para volver a conseguir el título en 2010, peleando con pilotos como Eugene Laverty, que fue segundo, o Joan Lascorz que finalizó tercero.
El campeonato no se decidió hasta la última carrera, terminando Sofuoglu con 263 puntos en la general por los 252 de Laverty. El norirlandés hizo un magnífico trabajo ganando la prueba de Magny-Cours, la última oportunidad, pero el turco acabaría en una segunda posición que le proclamaba vencedor.
La muerte de su padre y el no conseguir sacar lo mejor de la moto le hicieron no disfrutar de Moto2
Ese mismo año corre como invitado en el Gran Premio de Portugal y en el de Valencia del Campeonato del Mundo de MotoGP, en la categoría de Moto2. El quinto puesto conseguido en el país luso le da el billete para dar el salto al mundial de velocidad al año siguiente. Sofuoglu pasa sin pena ni gloria por la categoría, afectado por la muerte de su padre y con una falta de motivación grande por no comprender bien la Suter.
De hecho, el recuerdo que guarda casi todo el mundo del piloto del piltoo de Akyazı fue el desafortunado accidente que tuvo con Julito Simón, tras tocar la rueda trasera y la pierna del español. Simón terminó con una fractura de tibia y peroné que acabaría marcando su futuro tras una larga y lenta recuperación.
Kawasaki le da la opción a Sofuoglu de volver al año siguiente (2012) a su categoría talismán y llega por todo lo alto, ganando su tercer título. Un total de nueve podios, de los cuales cuatro fueron victorias, en 13 carreras le hicieron de nuevo tocar la gloria por delante del francés Jules Cluzel.
Su cambio al Mahi Racing Team India, también con Kawa, en 2013 comenzó bastante bien y acabó la temporada subcampeón por detrás de Sam Lowes; pero al año siguiente estalló la tormenta en el equipo. El turco terminó cambiando de box tras la octava carrera en el que fue su peor año en la categoría, acabando octavo.
A partir de la novena prueba continuó con el Puccetti Racing, equipo con el que acabaría su carrera. Con ellos volvió a ganar el título en 2015, favorecido además por el cambio de equipo (y moto, de Kawasaki a Honda) de su máximo rival P.J Jacobsen a mitad de temporada. Entre ambos hubo 37 puntos de diferencia que el turco consiguió con un gran trabajo de nueve podios y cinco victorias en todo el año.
Su último título se lo llevó en 2016 con 134 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado
En 2016 vuelve a verse las caras con Jules Cluzel y de nuevo revalida la corona, la última que consiguió. El francés no pudo hacer nada por frenar al piloto de Kawasaki, que le acabó sacando 134 puntos de ventaja en la clasificación general. Sofuoglu consiguió una victoria más que la temporada anterior (seis), pero sus retiradas en Australia y Francia, más haber quedado fuera del podio en Malasia le impidieron sumar más puntos.
Volvería a pelear por el título en 2017 pero las lesiones le impidieron conseguirlo. Dio igual que acortase tiempos en la recuperación de su fractura de pelvis, Lucas Mahias sería el vencedor. Además, esa decisión le llevó a que ahora pudieran quedarle incluso secuelas de por vida, motivo por el que se retira.
Para un piloto tan peculiar no podía faltar una despedida especial. Hace apenas unos días anunciaba su vuelta a las pistas para despedirse en condiciones de sus fans y su equipo, pero había hecho una promesa que nadie supo hasta que no la contó una vez finalizó la prueba italiana: no iba a correr. Los fuertes dolores que sufre llevaron a su familia a suplicarle que, por favor, no arriesgara más su salud y él, hombre de palabra, cumplió.
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— WorldSBK (@WorldSBK) 13 de mayo de 2018
Por supuesto, desde el paddock se le ha hecho una despedida a la altura, todos los pilotos y la propia organización quisieron brindarle un homenaje y volvió a subir al podio para que la afición también disfrutase de esos últimos instantes antes de colgar definitivamente el casco.
El piloto que más veces ha ganado del mundial de WSBK se va, pero lo hace a lo grande. Ahora sus pupilos, como su compatriota Toprak Razgatlioglu, intentarán continuar su legado, que es tan grande como la fuerza que el turco supo sacar en cada mal momento personal. ¡Hasta siempre, Sofu!
Fotos | Kenan Sofuoglu