La temporada 2020 será con un alto grado ce seguridad la última de Valentino Rossi como piloto en activo. El astro italiano tiene la difícil misión de conseguir su ansiado décimo título mundial a la edad de 41 años y para conseguirlo ha optado por buscar un cambio de rumbo dentro del garaje del Monster Energy Yamaha MotoGP.
Después de seis temporadas acompañado por Silvano Galbusera como jefe de mecánicos, Rossi ha decidido pasar página y dejar atrás a un responsable técnico con el que no ha conseguido sumar ningún título pero sí tres subcampeonatos (2014, 2015 y 2016).
David Muñoz va a sustituir a Silvano Galbusera
Galbusera fue el encargado de sustituir a un titán del box como Jeremy Burgess, jefe de mecánicos de Rossi desde su llegada a MotoGP en el año 2000 y el responsable de poner a punto las motos con las que el italiano consiguió sus siete títulos mundiales en la categoría máxima.
La sintonía con Galbusera no ha acabado de ser la ideal ni tampoco han conseguido llevar a la Yamaha YZR-M1 por el buen camino. Tanto es así que este 2019 Rossi está labrando una de sus peores temporadas, la peor con Yamaha. Ese dudoso honor correspondía hasta ahora a la temporada 2018 en la que sumó 198 puntos y cinco podios. En 2019 de momento se tiene que conformar con dos podios y 137 puntos, sexto a 163 puntos de Márquez.
El timón técnico de la moto de Rossi pasará a quedar en manos de David Muñoz, un jefe de mecánicos con dilatada experiencia en el paddock que a sus 41 años ganó con Pecco Bagnaia el mundial de Moto2 y que en 2019 está junto a Niccòlo Bulega. Es una figura de confianza en el entorno VR46 y el propio Muñoz ha reconocido ser fan de Rossi, así que esta unión podría dar sus frutos.
Muñoz no tiene hasta ahora experiencia en MotoGP pero Rossi en que "tiene muy buenas ideas para hacerlo bien. Le pondremos a prueba y veremos si somos capaces de ser más fuertes" porque ahora mismo reconoce que se encuentran "un poco atascados".
Durante la rueda de prensa previa al Gran Premio de Tailandia el piloto italiano confirmó este movimiento y lo vinculó a un interés por su parte de buscar soluciones y la voluntad de Galbusera de seguir trabajando para Yamaha pero en un entorno menos estresante. "No me lo esperaba, pero decidimos optar por este cambio", comentó Rossi, añadiendo que "Galbusera pasará a encargarse del equipo de test".
La salida de Galbusera del entorno de Rossi lleva tiempo fraguándose. Ya en 2018 cuando se hizo pública la mala relación entre Maverick Viñales y Ramón Forcada se barajó la opción de captar al español al otro lado del garaje. Entonces Rossi desmintió aquella posibilidad con unas declaraciones que hoy suenan vacías: "Galbusera seguirá siendo mi jefe técnico hasta el día que me vaya de MotoGP".
Antes de finalizar la rueda de prensa, Rossi fue preguntado acerca de si este movimiento supondría su permanencia en MotoGP más allá de 2020 y el 46 se dejó una puerta abierta al asegurar que "de momento tengo contrato hasta 2020. Más allá depende de los resultados".