Cuando comenzó la temporada 2024, ya con Marc Márquez subido en una Ducati, parecía que aquella táctica que usaba en Honda de chupar ruedas en las clasificaciones para colarse lo más arriba posible en parrilla había pasado a la historia. Márquez se comportó en las cuatro primeras qualys del año, pero la cabra tira al monte.
En las últimas cuatro clasificaciones Márquez ha vuelto a recurrir a chupar la rueda de los rivales, incluso arriesgándose a no dar sus propias vueltas. Es una práctica que no solo está dañando a su reputación, sino también a sus opciones. Los datos demuestran que Márquez está metiendo la pata con su táctica, pero nadie le dice la verdad.
Márquez volvió a chupar rueda en Le Mans, y desde entonces sus qualys se han desplomado
Llevamos ocho clasificaciones de MotoGP esta temporada. Ocho sábados de Márquez con Ducati. En las cuatro primeras el '93' parecía haber dejado atrás aquella táctica de chupar rueda, y los resultados hablan por sí mismos: sexto en Catar, octavo en Portimao, tercero en Austin y pole position en Jerez. Nada mal siendo sus cuatro primeras qualys con una nueva moto.
Pero a partir de Le Mans, cuando supuestamente él ya se consideró adaptado a la Ducati, Márquez volvió a chupar ruedas. Los resultados tampoco arrojan demasiadas dudas: decimotercero en Le Mans, decimocuarto en Barcelona, cuarto en Mugello y séptimo en Assen. Peores resultados que al principio con más conocimiento de la moto.
Lo peor es que en todas las clasificaciones, Márquez se ha metido en líos por su empeño en chupar ruedas. En Le Mans se enganchó a Enea Bastianini y casi sufre un fuerte accidente por ello, perdiendo su mejor vuelta. En Barcelona le volvió a pasar lo mismo en la Q1, esta vez pegado a su hermano, Álex Márquez, que le frenó cuando venía volando.
En Mugello quiso abusar del rebufo de Miguel Oliveira aún sabiendo que le iba a fastidiar la clasificación al portugués. Una estrategia sucia que volvió a acabar en caída. Y en Assen, otra vez Márquez fastidió una vuelta ajena, esta vez la de Aleix Espargaró, tratando de chupar rueda. El resultado fue otra caída. En tres de las últimas cuatro qualys no ha sido la mejor GP23.
La gran pregunta es por qué Márquez, llevando una Ducati, se empeña en seguir chupando ruedas, en ocasiones hasta de pilotos que van claramente más lentos que él. La respuesta parece que es por pura cabezonería, y nadie en su entorno se debe atrever a decirle que esto, además de dañar su reputación, está afectando a sus resultados.
Esperemos que en Sachsenring, su circuito, un trazado en el que debería arrasar y en el que la Ducati también vuela, se olvide de tácticas absurdas y se centre en pilotar. Si lo hace, no se le escapará la victoria.