Acabamos esta série de post a fondo y no quiero dejar de lado comentar el tema de neumáticos. De série calza unos Pirelli Phantom Sport Comp, un compuesto moderno con dibujo retro del que personalmente nunca he tenido queja pero he de decir que en los foros de debate en los que se ha hablado de estas gomas, no han salido muy bien paradas habiendo usuários que las cambiaron incluso antes de gastarlas argumentando falta de agarre y confianza. Para esta prueba se usaron unos Dunlop GP Racer en compuesto medio y debido al intenso calor veraniego funcionaron sin tacha pero éstos son neumáticos orientados a circuito.
Mi recomendación para esta moto en un compromiso agarre-duración son los Pirelli Diablo “a secas” de toda la vida que vinieron a durar unos 7000 kilómetros, casi todo en puertos de montaña y curvas. O como segunda opción sus sustitutos actuales que son los Diablo Rosso II. Destacar que de regreso hicimos un pequeño tramo de autopista indigno de mencionar en esta montura aunque hay quien se metió en su día un Barcelona-Clássic Racing Revival de Dénia por autopista sin despeinarse. Si te empeñas hasta te puede llevar a trabajar cada jornada pero te lo hará pagar caro tosiendo, protestando, sintiendo llorar el embrague y bebiendo como un cosaco. Para tal menester, mejor una Burgman, ok?
No soy amigo de los datos técnicos, muy necesarios a veces, es verdad, pero creo que no en este caso. O es que, ¿vais preguntando a las damas su edad?. No encuentro trascendentes los datos de potencia, si los de par. Igualmente se puede dejar un enlace a la web del fabricante en la que documentarse al respecto. No quiero acabar esta prueba sin mencionar el intento de conversión a dos plazas que se llevó a cabo. Una modificación bastante rara que solo pude ver en algún foro específico de este modelo en el extranjero.
Para llevar a cabo dicha modificación se debería contar con muchas piezas de la bi-posto como asiento, estriberas completas, amortiguadores, basculante y el precio es prohibitivo, no merece la pena. En mi caso simplemente se adaptó el asiento de dos plazas, solo rebajando unos tacos de goma se logra, se soldaron unos soportes de estriberas procedentes de una Honda CBR 600 del 89 modificados y pintados en color del chasis.
El invento funciona, el problema es que no se puede homologar, llevar pasajero es ilegal y peligroso ya que a efectos de compañías de seguros, este queda desamparado totalmente. Pero el instalar el asiento de dos plazas tiene su utilidad para poder llevar algo de equipaje en la parte trasera con unos pulpos en una posible excursión en la que debas pasar una noche fuera, por poner un ejemplo. Además el asiento como repuesto no me pareció una pieza cara, unos 150 euros.
En definitiva una moto con mucho carácter y personalidad que para lástima de los aficionados, ya no se puede comprar. Solo en el mercado de ocasión se pueden encontrar y a precios lejos de devaluarse. Esperamos una reedición por parte de la marca en años venideros. V’sss con aroma de café.
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