Si hay alguien que tiene prisa estas Navidades, ese ha podido ser Papá Noel en su importantísima labor de repartir regalos. Pero en vez de ir sobre su trineo con renos, ha optado por una máquina mucho más bestia: una Suzuki GSX-R.
Santa Claus ha desatado una loca persecución policial por todo Florida, y nadie ha podido hacer nada por detener al espíritu navideño. Ahora ha entrado en la lista de 'niños malos' y tendrá que autorepartirse carbón negro por haber cometido unos cuantos delitos.
Santa Claus en una Suzuki GSX-R
Imagina ser policía y estar de patrulla. De repente, pasa volando Santa Claus sobre una deportiva japonesa, una Suzuki GSX-R; imparable. Un agente de tráfico de Florida vio al temerario motorista disfrzado de Papá Noel mientras se abría paso entre el tráfico a toda velocidad. Entonces encendió las luces del coche patrulla.
El intento fue infructuoso; el Santa Claus motero retorció todavía más el mango del gas y decidió emprender una huida de película. Y como era de esperar, la moto deportiva nipona acabó dejando atrás a la policía, llegando a alcanzar velocidades de 200 kilómetros por hora.
En un momento determinado durante la persecución, el motorista redujo la velocidad para tomar una salida a la derecha. Se atrevió a jugar con el agente, conduciéndolo a través de una gasolinera, esquivando los surtidores en un intento de deshacerse de él.
Justo unos momentos después aprovechaba para volver a la carretera y volver a retorcer el mango de gas. Entonces Papá Noel desaparecería en la noche y los agentes no le volverían a encontrar. Ahora siguen buscándole por todo Florida en la que ya ha sido bautizada como la persecución más rápida del año.
Papá Noel ha decidido cambiar los regalos por los grilletes. Y la broma no es poca, pues escaparse de la policía en Florida está considerado como un crimen de tercer grado, lo que conlleva una condena de prisión de cinco años y hasta 5.000 dólares de multa. Y por supuesto, adiós al carnet de conducir durante el tiempo de la sentencia.