Después de su aventura por la Península, probar la Ducati 1199 Panigale R y visitar el Gran Premio de Texas en Austin, Jamie Robinson apuesta esta vez por lo simple, por volver a lo que mejor se le da, la aventura. No ha necesitado cruzar el Atlántico ni rodar durante miles de kilómetros, esta vez se ha quedado en Los Ángeles para rodar una de las costumbres moteras menos comentadas, conducir por la noche.
Al parecer no soy el único que se da paseos nocturnos la noche antes de un examen o para descansar después de un duro día de trabajo. La noche tiene algo mágico. Es cierto que normalmente el poderío de los faros de nuestras monturas está lejos de ser los de un turismo pero hacen lo que pueden. Además, el tráfico una vez se ha escondido el sol cae considerablemente teniendo la ciudad completamente a nuestros pies. Esa oscura soledad es la protagonista del último capítulo de Motogeo.
Las imágenes en blanco y negro, una urbe que no quiere dormir y el encantador sonido de la Scrambler británica hacen de este vídeo uno de los mejores hasta la fecha. Siéntase libre de reproducirlo con la banda sonora que más le guste, por ejemplo, con el tema Civilian de Wye Oak.