Entrar a una fábrica de motos es una experiencia única. Allí se crean muchos de los sueños de todos los moteros. Para los que no lo supiesen, Honda también fabrica en Europa, concretamente en Atessa, Italia, una pequeña región.
Ahora nos colamos en ella para ver cómo producen algunos de los productos más europeos de los nipones. Por ejemplo, la línea de ensamblado del popular Honda ADV350 que tantas pasiones ha levantado entre el público. Y el vídeo es un ASMR hipnótico de cinco minutos.
Mentalidad europea, pero a la japonesa
Decir 'Honda' es sinónimo de calidad, perfeccionismo y monos blancos. Ya vimos cómo fabricaban una CBR en tan solo una hora, pero en Japón. Ahora, en cambio, lo vemos en Europa, donde en la fábrica de Atessa hacen las cosas muy a la japonesa.
Que Honda esté en Europa no es cosa nueva. Llevan establecidos en Italia desde 1971, cuando tomaron la decisión de deslocalizar la producción de algunos de los modelos más interesantes para el mercado europeo. Atessa es una pequeña y bonita localidad al noreste de Italia.
Allí no solo producen. Algunos de los diseños más populares de los tokiotas han salido del grupo de diseñadores europeos que tienen contratados. ¿Creías que la Africa Twin era 100 % japonesa? Sus formas nacieron en Europa. Igual que la gama CB y la ADV, como el X-ADV.
La historia es curiosa. Al principio, Honda desplazó un equipo de japoneses en Atessa. Se encargaban de supervisar el trabajo y mezclarse en la producción. Con el paso de los años los italianos fueron ganándose la confianza de los nipones, y hoy en día queda una persona con vínculo directo con Japón.
Como podemos intuir, el proceso de producción de Honda con su ADV350 es meticuloso y muy a la japonesa. Hasta el punto de que los operarios también llevan los míticos monos blancos, como en Japón. Allí, quien se lo manche, es culpable de no trabajar de forma limpia y pulcra.
En Italia, la mentalidad europea es otra, pero el proceso parece y es también inmaculado.
En menos de cinco minutos podemos ver cómo Honda prepara la moto desde la fundición, pasando por el hipnótico ensamblaje de motores y hasta el pintado o prueba final de la moto. Y es exactamente igual que la forma de hacerlo con una CBR en Japón.