Hay veces que no se puede tener todo. Ni siquiera con un megapepino como el Nissan GTR exprimido al máximo por Litchfield y que supera la barrera de los 1.200 caballos es capaz de superar a una moto con sólo 205. La Kawasaki ZX-10R del equipo RC Express Racing está preparada para las road races inglesas y con una potencia 1.000 caballos inferior a la del coche es capaz de dejarle un poco en ridículo.
Las comparaciones son odiosas, pero en este caso no es sólo una cuestión de potencia. La moto cuenta sólo con una rueda motriz mientras el coche equipa tracción total y una huella mucho mayor. Ni siquiera así es capaz de transferir eficazmente toda su potencia al asfalto y al final la moto se impone con autoridad.
Habría que ver también qué pasaría en una carrera a mayor distancia. Estaría genial para comparar y no quedarnos sólo en la superficie.