La suerte con que alguna vez se vio favorecido en el Mundial de Fórmula 1 parece que le es esquiva en las pruebas que disputa sobre dos ruedas. Este fin de semana pasado, Schumacher disputó las 8 horas de Oschersleben, y ya el viernes comprobó la dureza de la prueba cayéndose y comprobando si todos los mecánicos del equipo sabían hacer bien su trabajo, pues tuvieron que darle duró a las llaves para recomponer la Honda.
Durante la carrera, Schumacher dió el tercer relevo, subiéndose a la moto en el puesto cincuenta y con un bagaje de 21 paradas en boxes debido a los problemas que arrastró la moto durante todo el fin de semana. Finalmente, recuperó cuatro puestos antes de acabar su turno y un poco después acabaría también el del equipo. Eso si, dicen por ahí las malas lenguas, que había bastante entendido sorprendido por la progresión que tuvo durante el fin de semana.
Después del salto tenéis la secuencia de la caída del viernes en entrenamientos.
Vía | MCN