Si, concretamente a 188,77 Km/h (117,3 MPH) con esta Lambretta especialmente preparada para correr el cuarto de milla. Tan preparada como se puede preparar una Hayabusa o una Harley Davidson, y casi tan cara de preparar como sus “hermanas mayores”
Sobre la base de unos cárteres de Lambretta 150 de 1963, Stuart Owen ha montado un grupo térmico con un pistón de 250 cc procedente de una Suzuki TS250 que con una compresión de 13:1 estiman que produce entre 33 y 36 CV a la rueda. La alimentación está a cargo de un carburador Mikuni de 35 mm por el que fluye gasolina Sunoco MO2X de 114 octanos. El chasis es el de una Lambretta GP de 1970, pero ha sido modificado para alargarlo en 4 pulgadas (10,16 cm) y también se le ha dado un lanzamiento a la horquilla de 55º para ganar en estabilidad en línea recta.
Lo sorprendente es que los frenos siguen siendo los tambores que montaba la moto en su día, convenientemente aligerados y retocados para que ningún rozamiento frene la moto en su aceleración. habrá que ver la cara del piloto cuando tenga que parar esta bestia desde casi los 200 Km/h
Los precios de la transformación no están disponibles, ni las horas de trabajo que lleva, pero incluso me parecen pocas las 10000 libras esterlinas que comentan en 1000 Scooters. Porque recordad que estamos hablando de una moto clásica sobre la que se ha hecho una transformación radical, y esto se traduce en muchísimo dinero aunque sea para mantenerla en orden de marcha conservada como era en sus orígenes.
Vía | 1000 Scooters